EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 12,13-21

viernes, 14 de octubre de
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En aquel tiempo: Uno de la multitud le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Jesús le respondió: “Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?”.

 

Después les dijo: “Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas”. Les dijo entonces una parábola:

 

“Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: ‘¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha’. Después pensó: ‘Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida’.

 

Pero Dios le dijo: ‘Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?’. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios”.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 


P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María

 

 

Jesús dice en esta parábola del rico insensato : Cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas. Nosotros también estamos tentados porque vivimos en un mundo consumista dónde ponemos el placer por encima de todo, donde somo individualistas, donde pensamos que la seguridad de la vida esta en el poder, en el tener, en el estatus, en el reconocimiento social.

 

Y el Señor nos invita a poner la seguridad de la vida él y en los valores, que son eternos.

 

“Porque los valores son eternos, son los que las polillas no pueden destruir, dice Jesús “.

 

Oleada Joven