Evangelio según San Lucas 18,1-8

viernes, 11 de noviembre de
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Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’.

 

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?

 

Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 


 

P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Villa María

 

 

 

 

Por medio de esta parábola de la mujer insistente y del juez que hace justicia por esta mujer, no lo hace porque le interesa la justicia.  El Señor nos enseña a que es necesario, orar siempre sin deaanimarnos.

Que importante es nuestra oración que es perseverante, cariñosa y confiada. Es importante por como decía María Teresa :

“La oración es un trato de amistad estando muchas veces a solas con quien sé, que me ama”.  Esta oración constante y confiada, hace que nuestra fe crezca y se haga mas fuerte.  “Que nuestra fe también, se haga operante en la caridad”.

¡Bendecido fin de semana!

 

 

Radio Maria Argentina