Jesús dijo a sus discípulos: «Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.»
Palabra de Dios
Nos tomamos un tiempito en el día para meditar la Palabra de Dios que nos toca hoy.
Nuestro camino con Jesús. Desde cuando comenzamos a caminar con Jesús? Siempre hace bien recordar esto… nuestra vida, nuestro camino es un ir de la mano con Jesús. Por eso desde cuando comenzamos a Caminar con Jesús? Desde ese día… desde ese momento seguro que empezamos a ver la vida con otros ojos, empezamos a ver de una manera más amplia… con más horizonte. Tenemos más fe y esperanza. Empezamos a ver la verdad de las cosas.
Empezamos a ser distintos y eso se nota. ¿Por qué se nota? Porque empezamos a ser cuestionados. Porque de una u otra forma somos perseguidos. Somos perseguidos por nuestra forma de opinar, de ser, de hablar, de cuestionar, de vivir… y eso a muchos nos les gusta. A la sociedad no le gusta. Y somos maltratados, se nos burlan, nos pelean…
Caminando con Jesús empezamos a ser distintos y por eso nos persiguen y nos cuestionan… incluso personas muy cercanas a nosotros. ¿Te paso eso? ¿Te pasa eso? Ser perseguido y cuestionado por tus familiares, amigos, compañeros? “Esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mi”. Jesús es más grande y más hermoso que llena verdaderamente mi vida. Por eso antes de flaquear en la fe por las persecuciones y cuestionamiento o sucesos en la vida, abracemos más fuerte a Jesús y le digamos que estamos firmes en él.
Jesús nos dice y creo que en eso tenemos que apoyarnos: “ni siquiera ni un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvaran sus vidas”.
Sigamos caminando con Jesús. Le pidamos hoy a Jesús ser constantes, le pidamos que nuestra fe y amor hacia él sean más y más fuerte. Que nada ni nadie pueda separarnos de Él.