Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
Palabra de Dios
P. Gustavo Gatto Asesor de la Pastoral de la Diócesis de Villa María
Ya terminando el año Litúrgico, cerquita de diciembre. Que bien nos viene la palabra de Jesús, son la advertencia de un gran sabio, de un gran maestro.
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida. Más bien, estén atentos, vigilantes orando incesantemente. Que importantes que son estas palabras.
En tiempos de cierre de año donde aparecen un montón de oportunidades para festejar en donde aparece la Navidad comercial y consumista, que lindo que es que el Señor nos recuerde que lo importante es estar conectado con Jesús y con el otro en la misericordia y el amor.
Y que todos los excesos y que todo lo externo que algunas cosas son buenas y la podemos aprovechar en su medida, no nos quiten el norte, no nos haga estar ciegos ante lo verdaderamente importante, ante lo verdaderamente esencial.