Evangelio según San Lucas 1,39-45

miércoles, 21 de diciembre de
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María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,exclamó:

 

“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres

y bendito es el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo, para que la madre

de mi Señor venga a visitarme?

Apenas oí tu saludo, el niño saltó

de alegría en mi seno.

Feliz de ti por haber creído que se

cumplirá lo que te fue anunciado

de parte del Señor”.

 

Palabra de Dios

 

 


Reflexión: P. David Pintos

 

 

 

En el Evangelio vemos a María luego de haber aceptado la voluntad de Dios, luego de su “Si” al plan de Dios, luego de haber dicho “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mi según tu Palabra ” inmediatamente partió y fue sin demora a visitar a su prima Isabel que estaba embarazada. Porque lo propio de quien tiene a Dios adentro de su corazón es salir hacia afuera y sin demora para ayudar a los más necesitados.

Vemos eso en María, que luego de haber recibido la gracia de Dios, inmediatamente salió en ayuda de su prima Isabel.

Pensando en estos días, la verdad que hay muchísimas personas que necesitan nuestra ayuda. Muchísimas personas que necesitan atención. De entre ellas son nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros vecinos… muchas personas que están abandonadas y solas. Niños, abuelos, adultos… muchas personas. Les pregunto Y ¿nosotros que hacemos? Frente a muchas personas que necesitan de nuestra ayuda ¿nosotros que hacemos? ¿cómo nos comportamos? ¿cuáles son nuestras actitudes y gestos?

Sigue diciendo la Palabra de Dios que Isabel cuando vio llegar a María a su casa se llenó de alegría. Seguro que con nuestra visita a alguien que lo necesita se llenará de alegría y nuestro corazón se llenará de gozo.

Nosotros también en estos días, y no sólo estos días, podremos tener la actitud de María de salir siempre en búsqueda de los que están solos y necesitan ayuda. Como María llevemos también alegría y felicidad a todos y seguro experimentaremos en nuestro corazón el gozo que sólo la experimentan lo que cada vez hacen un acto de caridad.

Si decimos creer en Dios, si decimos que Dios está dentro nuestro tenemos que hacer algo por los demás, especialmente a los que están sólos. Y será mucho mejor si entre dos o más se organizan y llevan alegría a todos. Es un gesto muy lindo e importante que podríamos hacer en esta Navidad.

Decía Santa Teresita que “un alma llena de amor no puede estar inactiva”. Que Dios llene, en esta Navidad, nuestro corazón de amor, como el corazón de María, para llevar su alegría a todos los que más necesitan.

Bendecido día.

 

Radio Maria Argentina