“Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.”
Danos, Señor, la fe del centurión,una fe que no necesita ver para creer.Una fe fuerte como roca en dondepodamos construir una vida sólida.
Danos, Señor, hoy y siempre la certeza de tus pasos que nos acompañande Tu amor que no se mudade Tu voluntad que es perfecta.
Danos, Señor, la certeza que con sólouna de Tus palabras securarán todas nuestras heridas.
Danos una fe que llene nuestros corazones de paz y fortalezapara permanecer firmes y confiadosen medio de las pruebras.
Amén
De nuestra redacción
Corina Acevedo