El padre Luis María Etcheverry Boneo nació en Buenos Aires el 18 de Septiembre de 1917. dedicó su mayor tiempo y energía a la formación de las personas en quienes supo despertar el anhelo de santidad. Orientó muchas vocaciones sacerdotales y para la vida consagrada, y consciente de las necesidades de la época, se dedicó a la formación intensiva del laicado en distintas asociaciones, nucleando una amplia familia espiritual.
En viaje a Roma fue sorprendido por una grave enfermedad en Madrid y allí murió el 18 de marzo de 1971, tras ocho días de gran sufrimiento. Médicos, sacerdotes y religiosas que lo atendieron y visitaron calificaron su enfermedad y su muerte como un excepcional testimonio de santidad.
En 1997 se inició en el arzobispado de Buenos Aires el proceso diocesano de beatificación del Siervo de Dios Luis María Etcheverry Boneo.
A continuación compartimos sus palabras sobre el servicio:
“SERVIR, significa algo enormemente lindo: es estar por dentro y por fuera en las manos de Dios, manos llenas de amor que tocan nuestras potencias, y estando en sus manos encontrarlo a Jesucristo permanentemente naciendo y desarrollandose y amandonos en todas las personas y en todas las cosas. Servir es vivir entre Jesucristo que nos toma por dentro y entre Jesucristo que se nos descubre y nos abraza desde afuera”.