“El verdadero poder es el servicio. Cómo lo hizo Él, que no vino para ser servido, sino para servir, y su servicio fue el servicio de la Cruz. Él se humilló hasta la muerte, la muerte en la Cruz, por nosotros, para servirnos a nosotros, para salvarnos. Y no hay otro camino en la Iglesia para seguir adelante. Para el cristiano, ir adelante, progresar, significa abajarse. Si no aprendemos esta regla cristiana, nunca, nunca seremos capaces de entender el verdadero mensaje de Jesús sobre el poder”.
En la Iglesia, “el más grande es el que sirve más, el que se dedica más al servicio de los otros”. El Papa en su homilía recordó que San Ignacio de Loyola, en los Ejercicios Espirituales, solicitaba al Señor Crucificado “la gracia de la humillación”. Esto, ha reiterado el Papa, es “el verdadero poder del servicio de la Iglesia.” Este es el verdadero camino de Jesús, la verdadera promoción, y no la mundana:
“El camino del Señor es Su servicio: igual que Él hizo Su servicio, nosotros tenemos que ir tras Él en el camino del servicio. Este es el verdadero poder de la Iglesia. Quisiera hoy rezar por todos nosotros, para que el Señor nos dé la gracia de comprender que el verdadero poder en la Iglesia es el servicio. Y también para comprender la regla de oro que Jesús nos enseñó con Su ejemplo: para un cristiano, progresar, avanzar significa abajarse, ser menor. Pidamos esta gracia”.
Papa Francisco