“Que el peso de la cruz no te encorve. Y que sepas que a veces es necesario compartirla. Siempre hay Alguien a nuestro lado. Que aprendas que los sueños se cumplen. Sólo hay que arriesgarse a tenerlos.
Que la vida es para vivirla. Que a pesar de sus altos y bajos, de sus sonrisas y lágrimas, vale la pena porque es un regalo. Que las miradas que ateaviesan tu corazón son las que más importan, porque son aquellas las que ya no te dejan ser el mismo.Que compartir con otro que es distinto, te hace crecer. Conocerlo y aceptarlo, a pesar de las diferencias, te ensancha el corazón para amar más.
Que hay que ser fieles a uno mismo. Y para esto es fundamental conocerse, saber quiénes somos, qué buscamos y esperamos. Dejar que Dios muestre qué imagen tiene de nosotros, sus planes y lo que espera de cada uno.Los miedos se pasan, las heridas se curan, los buenos recuerdos nos acompañan por siempre.Saber internamente que Dios pasa cada día en nuestra vida, y a eso no hay que dejarlo pasar nunca“.
Fer Gigliotti