Señor, no veo, una vez más
se ha nublado el cielo y tengo miedo.
Señor, una vez más hago lo que no quiero
como si una fuerza que no puedo controlar
me dominara y me hiciera elegir lo que me daña.
Señor, ¿Por qué te vas en un instante y me dejás así,
turbada, confundida, nublada a la Vida, sedienta de Ti?
Me quedo tan necesitada de vos,
de tu luz, de tu paz, de tu mirada que ama.
Acá estoy intentado verte aunque no vea nada,
buscándote aunque no te encuentre
queriéndote porque sé que me quieres
aunque de a ratos yo no sienta nada.
Señor, qué arte esto de amarte,
buscarte, perderme, volver a ti, encontrarte
y festejar que estás, que siempre has estado
y siempre estarás
aunque de a ratos mis ojos no vean nada.