Buscar (y encontrar) al Dios escondido

martes, 18 de junio de
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Hoy le pregunté al Señor, mientras oraba, “Maestros, ¿dónde vives?”. Mientras le formulaba esta pregunta, sentí que me respondía que lo podía encontrar en el corazón de todos mis hermanos pero especialmente en aquellos carentes de amor, de bienes, de consuelo, de fe. Me ofreció, como misión: salir a su encuentro; buscarlo entre todos aquellos que necesitan un mensaje de amor, de esperanza.

Te invito a vos también que puedas encontrar al Maestro en aquellas personas que nos necesitan, que necesitan un mensaje de esperanza, un mensaje que les dé la seguridad de que todo va a estar bien si permanecemos en el amor de Dios.