Cristo vive y nos llama a amar

domingo, 25 de julio de

Te veo hambriento de sentido

sediento de amor

te vi forastero en vínculos dañinos

te vi sin hogar que acoja tu profundidad

 

Te vi desnudo de estima personal

te vi preso de impulsos por comprar

que jamás alcanzan a llenar

tu sed de algo más

 

Te vi herido con una coraza

difícil de desarmar

¿te podré abrazar?

 

Te vi solo,

¿me sabré acercar?

 

Vi en tus ojos tu anhelo de amar

 

Te vi apedrear a otros

por heridas sin sanar

¿podré ayudarte a curar?

 

Te vi Cristo de los mil rostros,

me vuelves a interpelar

 

Si Tú me lo permites

si me muestras el modo

si guías mis pasos,

usas mis manos

e inspiras mi hablar

hasta al más pequeño

he de amar.

 

Si al mirarme Te ven,

si al amarlos Te encuentran

la historia cobra sentido una vez más

Cristo vive y nos llama a amar.