La Vida se gesta en tu silencio habitado.
El gesto fecundo
la mirada profunda
la mansedumbre ante lo imprevisto
la charla sencilla, la escucha atenta.
Todo, Señor, germina en el día a día
en este estar contigo, en este tiempo compartido.
Haceme obediente y dócil a tu voluntad
que sepa hacer entrega de la vida cada día
Oh, Señor, cuánto quisiera darte cada día mi cien por ciento.
Haceme fecunda
Reaviva lo estéril
Que brote en mí tu Vida.