Martes 15 de Enero – Evangelio según San Marcos 1,21b-28

lunes, 14 de enero de
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Jesús entró a Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:

“¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”.

Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”.

El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.

Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!”.

Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.

 

Palabra de Dios

 


Padre Raúl Gómez sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

Nos encontramos en torno a la Palabra del Señor en este día. El evangelio nos presenta esta escena bíblica en donde Jesús ingresa en Cafarnaúm y llegado el sábado comienza a enseñar en las sinagogas, con poder. Quedan todos admirados y maravillados por las enseñanzas de Jesús y por la autoridad que sale de Él, ya que sabemos que Jesús enseña con autoridad, porque es el Dios hecho hombre.

Y en esta escena, en la sinagoga hay un hombre que está poseído por un espíritu impuro, que comienza a gritar
un espíritu impuro, que reconoce a Jesús nazareno Y que le reclama: ¿que ha venido a hacer allí?

Que importante es para nosotros saber que el nombre del Señor es TODO PODEROSO que hasta los espíritus impuros reconocen su autoridad y lo reconocen y lo describen como: el Santo de Dios.

Jesús NO entra en diálogo con este espíritu impuro, sino que, con la autoridad que le da el ser el Hijo de Dios; lo increpa y le dice: Cállate y sal este hombre.

Que importante es para nosotros reconocer el PODER de Dios, manifestado en Cristo Jesús. Un poder que tiene que ver con la gracia que Jesús va compartiendo con aquellos que se acercan a Él.  Ante el Poder de Jesús, no hay otro poder invencible.

Sabemos que la Palabra del Señor, es capaz de expulsar cualquier espíritu de la vida de los hombres, de cada uno de nosotros. Pidámosle al Señor en este día que podamos tener la confianza que tiene Jesús en el Padre, ya que El (Jesús), expulsa a este demonio con esas palabras tan firmes: Cállate y sal de este hombre.

Pidámosle al Señor esta gracia, de tener la autoridad que tiene Jesús. Una autoridad que se expresa desde el servicio, desde la sencillez desde la humildad cotidiana y saber que, nuestro único modelo a imitar es el Señor.

Te propongo en este día, que te animes a expulsar todo aquello que no sea de Dios de tu vida. Sin entrar en diálogo con “eso”, esos espíritus, o con aquello que no te hace bien.

Que el Señor sea tu luz y guía en este día y que puedas reconocer fuertemente la presencia de Jesús que está ahí para cuidarte, sostenerte y acompañarte, para librarte de todo aquello que no te hace bien. Que el Señor sea su luz y su guía en este día los acompañe y los bendiga.