Misión ad gentes: “Comprendí que esto es lo que Dios quiere para mí”

viernes, 24 de enero de
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Las vacaciones se convierten en tiempos propicios para la misión, y miles de jóvenes recorren el país visitando comunidades y anunciando el evangelio. Otros toman decisiones radicales, y  deciden emprender nuevos proyectos y experiencias. Entre ellos está Carolina, una entrerriana que en pocas semanas parte rumbo a Salvador Bahía como misionera de Puntos Corazón: “donar unos meses de mi vida para estar al servicio de los que más sufren, a través de una simple presencia que acompaña y que se expresa con gestos sencillos, me llena el alma y me genera una alegría inmensa”. Compartimos su carta/testimonio sobre lo que está por vivir:

¡Hola a todos! Mi nombre es María Carolina Panozzo Zenere, oriunda de la ciudad de Federal, provincia de Entre Ríos, tengo 28 años y soy Acompañante Terapéutica y Licenciada en Psicología.

Pertenezco a la Parroquia Santa Rosa de Lima (Diócesis de Concordia) y formo parte de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM).

Conocí la Obra Puntos Corazón en el campamento diocesano de la IAM, en el año 2018. Desde entonces, me enamoré del carisma de dicha Obra, que es la compasión y consolación a las personas que más sufren. También, del valor que se le otorga a la presencia, que acompaña, y que uno de sus pilares sea la oración y la mirada contemplativa sobre toda la realidad.

Al principio, me pareció algo muy lejano e imposible. Pero, cada vez crecía más en mí el llamado de Dios de participar en la Obra. Fue así que, luego de mucha oración y discernimiento, que estuvo acompañado de mi asesor espiritual, comprendí que esto es lo que Dios quiere para mí. Ir a misionar implica renuncias, dejar por un tiempo a la familia, amigos y abandonar comodidades.

Pero, donar unos meses de mi vida para estar al servicio de los que más sufren, a través de una simple presencia que acompaña y que se expresa con gestos sencillos, me llena el alma y me genera una alegría inmensa.

Con la confianza puesta en Dios y con la certeza de que María me acompaña y guía, tengo la enorme felicidad de contarles que en mayo de 2020 partiré por 14 meses al Punto Corazón de Salvador de Bahía, Brasil.

Me encomiendo a sus oraciones y los invito a que se sumen como padrinos, ya que esta misión la hacemos juntos.

Rezo por cada uno de ustedes y los abrazo en Cristo y María.