No valgo menos cuando brindo mis horas de estudio a quienes les cuesta, a quienes necesitan ayuda con las tareas. No valgo menos cuando colaboro limpiando el auto, barriendo la casa, lavando los platos, tendiendo la cama. No valgo menos cuando me doy tiempo para preparar bien los encuentros. Cuando me preocupo por cada evento que se cruza para celebrar algún momento. No valgo menos cuando doy mi tiempo al ensayo en el coro. No valgo menos cuando mis zapatillas se ensucian pisando el barro, misionando un barrio. No valgo menos si doy mis minutos para visitar los enfermos, para escuchar a los abuelos. No valgo menos cuando tomo conciencia de que mi tiempo es para los otros. No valgo menos, aunque menos me siento. Cuando la tristeza me invade. Cuando la frustración me barre. No valgo menos cuando soy más para el otro. Cuando estoy para todos.