Pandemia: Entre dolor, temor y oportunidad

jueves, 21 de mayo de

Por un lado (…sumado la mitad del otro), la pandemia del Covid 19 está ocasionando mucho desconcierto, decepción, miedo, sufrimiento. A todos nos preocupa de una u otra manera el día a día. Pensamos en los que amamos, en aquellas personas que nos son cercanas y en nosotros mismos. Tomamos conciencia de la vida de cada ser humano, nos preocupa incluso, la vida de aquellos que ni siquiera conocemos sus nombres pero sabemos que existen.

Por otro lado (… la otra mitad del lado que nos genera miedo), la pandemia del Covid 19 puede fortalecer nuestra fe, animar nuestra esperanza y concretar nuestro amor. Somos animados de una u otra manera por tantas personas (conocidas o no) a dar lo mejor de nosotros mismos.

Ya no hay excusa por el tiempo para compartir con nuestras familias (o comunidades religiosas, seminarios). Tenemos la oportunidad para “parar” de tantas corridas que nos llevan por el día a día. Podemos disfrutar del silencio, de la lectura, de la oración, de la reflexión, de nosotros mismos.

Nuestra “Casa Común” también disfruta y descansa de ese lado que nos hace bien, ya que ella, con sus animales, plantas, aire, tierra, cielo y mar, reaparece rejuvenecida, dejando ante nuestra mirada la alegría de la vida en todas sus formas.

¡Cuánto para agradecer! Aun cuando el lado del sufrimiento sea más grande que el lado que nos hace bien.

¡Cuánto para agradecer! La vida de los que amamos, la vida aquellas personas que nos son cercanas, la vida de la creación entera y nuestra propia vida.

¡Cuánto para agradecer! La vida de Dios que nos sale siempre al encuentro en la medida que somos capaces de reconocer las huellas que va dejando en el día a día (incluso, si no reconocemos su paso, Él sale a nuestro encuentro).

¿Estamos dispuestos a cuidar ese “pequeño lado” que nos hace tanto bien?

 

Carolina Lizárraga, SSpS