Nuestro Dios es un Dios de locos se mete a nuestra vida no se va aunque lo rechazamos. Es un loco que anda buscándonos.
Nos escondimos y ahí está Él nos hundimos a la perdición y, aun así, Él está. Le damos la espalda y Él te espera. Le odiamos y Él te abraza.
Nuestro Dios es una locura se baja a nuestro lugar se sube para alcanzarnos corre, se cae, camina, se tropieza pero aun así está Él.
Un Dios que nos mira nos ve más allá de lo que creemos. Cómo nos vemos no es lo definitivo porque Él apuesta por nosotros.
Un Dios loco se nos adelanta Él está adonde nos vamos Él está cuando volvemos Él está, está con nosotros.