Ya estamos en camino, con tropezones y aciertos.
Con heridas abiertas, listas para sanar, pero también con alegrías resaltadas, listas para ser compartidas.
Seguimos andando, hacia el misterio de la resurrección.
Estamos invitados a cargar nuestra cruz y a no dejar de caminar.
Estamos invitados a sentir el dolor de Jesús, pero con la esperanza y la fe puesta en su resurrección.
Estamos invitados a sanar, abrazar, a dejar nuestro corazón al aire.
La cuaresma es un tiempo que nos invita a mirar nuestras virtudes con gratitud, nuestras miserias con amor y misericordia, para dejarnos transformar por Jesús.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su…
Jesús hizo a sus discípulos esta comparación:”Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol.Cuando comienza a…
Jesús dijo a sus discípulos:”Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la…
En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:”Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.Será como…
Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole”:”Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre…