Libros que dan vida

martes, 9 de mayo de 2017
image_pdfimage_print

foto para la página

05/05/2017- En diálogos con Radio María, integrantes de la Editorial Talita Kum, nos acercan la experiencia de la lectura, como lugar  de disfrute  y de crecimiento personal y social.

 “La lectura es una experiencia de encuentro, para cada autor el libro tiene caminos e historias personales que lo van forjando. El libro es don y riqueza, es la posibilidad de recorrer un mundo distinto,  un espacio de disfrute personal o compartido”, afirmó  Carolina Schindler integrante de la editorial.

En este aspecto Magdalena Nougues, otras de las editoras , se refirió a la dimensión del libro como puente hacia otros: “El  libro  tiene la capacidad de ir más allá de la persona, de llegar a otros; la experiencia de la lectura nos abre a la posibilidad de gustar de encuentros significativos según la etapa que estemos transitando”.

La lectura camino hacia la interioridad

Dentro de las  propuestas de lectura, Roxana Fantines, nos acercó el libro “Pronto me verás”, experiencia de  quién en medio de la aventura de ser madre, pudo captar y transmitir de manera simple pero profunda su encuentro con Dios a través de su tercer hijo Santiago.

“El libro fue un regalo de maternidad, lo que me  movió mucho a escribir fue la experiencia  que  me acercó Santiago, mi tercer hijo; en él fue  encontrarme como hija de Dios. La aventura de escribir se dio sin proponérmelo, evidentemente  estaba más abierta a lo que mi hijo traía para mí”, expresó Roxana como escritora y madre.

En cuanto al ejercicio de la escritura y la lectura como partes de una misma dinámica, Roxana afirmó: La escritura y la escritura son mundos interiores, ellos van creciendo y madurando juntos; al darse esa dinámica, tanto leer como escribir, se vuelven  aire nuevo para uno. Cuando el mundo interior es tan grande si uno no lo encauza, explota; ese mundo que traía Santiago, traía vivencias y palabras desde situaciones cotidianas, y eso intuitivamente e instantáneamente me hacía pensar en Jesús”.

En cuanto al proceso de construcción, la autora compartió: “A medida que se realizaba, eso que sucedía o que escribía, lo sentía como algo común y que otras personas podían identificarse, era una posibilidad de acercarse a Jesús de otra manera. En esa cotidianeidad estaba lo más profundo, lo más genuino, esa simpleza me la trajo la vivencia de Santiago”, enfatizó la autora

“La espiritualidad siempre está, hay circunstancias para gustarla más y el libro nos abre a esa posibilidad, como una gracia. Dios me envolvió y me invito a escribir, desde el  ejercicio de orar y ser fiel a la dimensión personal, a mi  esencia”, finalizó Roxana invitando a  la experiencia de contacto con sus palabras.