“Hay muchos que piensan que no han nacido para vivir en esta época”

lunes, 9 de mayo de 2016

09/05/2016 – El Doctor Enrique Orchansky, médico pediatra y escritor de libros sobre las problemáticas de la infancia, habló en Radio María sobre las nuevas enfermedades de tipo social.

“Históricamente las enfermedades se ponían en una lista respecto al origen: bacterias, virus o accidentes. Pero hay una clasificación muy social que agrupa en dos tipos: enfermedades de la pobreza y enfermedades de la riqueza.

Esto sacude un poco la forma de interpretación porque se sale de los canones habituales de la medicina y entra en áreas sociales y sociológicas, y es curioso como el desarrollo, el confort y la mejoría de las condiciones de vida de las personas han originado otro tipo de enfermedades que no se esperaban” explicó el especialista.  

Refiriéndose a las enfermedades de la pobreza dijo que “es fácil interpretar que algunas enfermedades de la pobreza son la desnutrición, chicos que no comen bien porque no tienen qué comer, o el analfabetismo que es una forma de enfermedad social que no tiene síntomas físicos porque no hay fiebre y no les duele la panza, pero les duele el futuro y la forma en que se van a insertar o no en el mundo, y van a ser víctimas de otras enfermedades por ser analfabetos. El alcoholismo es otra enfermedad de la pobreza, una forma de derrame por condiciones inadecuadas.Es interesante ponerse a pensar que las enfermedades de la pobreza son por deficiencia de las necesidades básicas que tenemos”. 

El Doctor Orchansky explicó que las personas tenemos 5 grandes necesidades que comienzan con A:  Aire; Alimento; Abrigo; Amor ( el amor en el sentido de la contención, de tener alguien al lado); el abrigo. 

“Estas 5 A están muy deficientes en algunos territorios.  Hay un gran sector africano que no tiene agua, hay 2/3 de la población mundial que respiran un aire no respirable, la mitad de la población mundial toma agua que es potable. Un porcentaje grande no come lo suficiente. En nuestro medio, a veces falta amor y alimento” explicó el Dr Orchansky quien agregó que “conmueve que haya poblaciones dentro de un mundo que se considera que se desarrolló, que descubrió enfermedades, que hay antibióticos, no tiene satisfechas estas necesidades de mucha gente”.

 

Hábitos, salud o enfermedad

Los chicos son corporalmente muy elocuentes, me refiero a los lactantes que todavía no hablan pero hablan con el cuerpo. No hay ningún chico que se críe fuera de la manada, mueren. Es curioso como algunos procesos que se consideran normales están afectando a la salud, como por ejemplo los “venenos blancos” como el sal y el azúcar. El azúcar era un lujo hasta el siglo XIX y es uno de los tóxicos más potentes que se conocen y generan distintos trastornos.

Con la mejor de las intenciones se han hecho autos que nos desplazan más rápido pero con eso vinieron altas tasas de mortalidad en accidentes. También con la mejor de las intenciones se han creando procesos educativos para que los chicos aprendan mucho, fomentando el aumento de la separación familia y a la soledad, con la falta de abrazo y amor.

Además dijo que “esta sociedad líquida, empapada en ganas de progresar y crecer, en aumentar su capacidad económica para conseguir mas cosas, está generando una fábrica de trastornos de adaptación social. Hay muchos chicos, adolescentes y adultos que en el fondo de su corazón piensan que no han nacido para vivir en ésta época, que esto va muy rápido, que se los lleva por adelante y están manifestando de forma física, social y emocionalmente mucho enfermedad por el progreso. No estoy en contra del progreso, sí de los excesos del progreso y a mecanizar un cuerpo que estaba adaptado de otra manera”

“Son más sanas las personas que no consumen ni sal ni azúcar, son más sanas las personas que duermen a la hora que hay que dormir, que es a la noche. Parece raro que estemos hablando de estas cosas tan obvios, pero son cada vez más los que no duermen a la noche y sólo cierran los ojos o consumen medicamentos para dormir que no son sanos” dijo.

“En nuestro tiempo el dormitorio es un lugar para, en términos de celular, cargar dos o tres rayitas de batería y seguir adelante” contó el médico pediatra.

El pediatra cordobés dijo que le gustaría que los que asesoren en las nuevas formas para vivir sean los más chicos: Consultemos a los de jardín y a los que van a los maternales, consultemos las cosas importantes: cuánta agua quieren tomar, con quién quieren comer, si les interesa la televisión o no. Les consultemos a ellos, ellos son los que tienen la pista”.