Hoy celebramos la fiesta de la Beata Madre Catalina de María Rodriguez, cordobesa declarada beata el sábado 25 de Noviembre de 2017. Cada 27 de Noviembre, día de su nacimiento, se celebra su memoria.
“Esta mujer hizo un poco de todo, fue una laica comprometida, una buena esposa y madre de familia, una religiosa fiel, en suma, una peregrina en busca de la voluntad y la gloria de Dios. Fue transgresora porque invitó a cambiar costumbres, paradigmas, normas. ¿Su motivación? Seguir lo que su corazón le pedía, dejarse interpelar y conmover por lo más herido de la sociedad, cumplir sus sueños, ser fiel a sus ideales, ser fiel a su fe. No hizo cosas de hombres, hizo lo que debían hacer las mujeres y les estaba vedado por serlo” dice su biografía publicada en el Museo Catalina de María ubicado en la calle David Luque 520 (Córdoba).
El papa Francisco en un ángelus destacó que la nueva beata vivió en el siglo XIX primero como esposa y una vez viuda, como consagrada a Dios, dedicándose a la atención espiritual y material de las mujeres más pobres y vulnerables. De ahí que Francisco invitó a alabar al Señor “por esta mujer apasionada por el Corazón de Jesús y por la humanidad”.
La Hna Silvia Somaré, religiosa de las Esclavas, nos acerca una breve biografía.
– Nació en la Córdoba de 1823. Una aldea con el sello de los jesuitas en donde el protagonismo y la educación era solo para varones.
– Su familia tuvo gran protagonismo político, social y religioso. Su padre secretario de los gobernadores Bustos y Paz, su primo Santiago Derqui, presidente del país. Su esposo un destacado militar de la Confederación argentina.
– Ella y sus tres hermanas perdieron a los padres muy pequeñas y fueron criadas por sus tías
– Catalina recibió la educación rudimentaria de la mujer de la época, leer y escribir las primeras letras y las destrezas culinarias para ser una ama de casa.
– A los 17 años hace sus primeros Ejercicios Espirituales y allí descubre su vocación de consagrar su vida a Dios. No puede realizarla porque en Argentina y sus alrededores solo había conventos de clausura.
– Se dedica a promover y sostener la obra de los Ejercicios. A los 29 años se casa con el Coronel Zavalía, viudo con dos hijos. Su marido fue nombrado edecán del Presidente Derqui y se van a vivir a Paraná, en esta ciudad tienen una hija que se muere al nacer.
– Regresan a Córdoba y tiempo más tarde Catalina queda viuda, allí, a los 42 años renace su primera vocación y surge su Sueño Dorado: Formar una comunidad de Señoras al servicio de las mujeres más vulnerables para catequizarlas, enseñarles a trabajar y vivir con ellas, “como los jesuitas pero en femenino”.
– Pasan 7 años de pruebas, contratiempos, oscuridades en donde Catalina mantiene su deseo en alto porque “esa idea estaba entrañada en mi alma y aunque quisiera no podía quitármela” y en esos intentos “encontraba consuelo en Dios de quien todo lo esperaba cuya confianza no me faltó jamás”.
– Finalmente su “corazón se halló satisfecho” el 29 de septiembre de 1872 en nacen las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. Primera Congregación de vida apostólica de la Argentina.
– Por pedido del Santo Brochero y la decisión de Catalina en 1880, 16 hermanas cruzan las Sierras Grandes a caballo para atender la Casa de Ejercicios y el Colegio de Niñas fundados por el Cura.
– El Sueño Dorado de Catalina se transformó en un Vuelo sin Fronteras constituyendo una Gran Familia que Ama y Repara extendida por Argentina, Chile, España y Benín (África)
– Catalina de María Rodríguez una mujer apasionada por el Corazón de Jesús y por la Humanidad.