Gracias Madre por estar siempre, ayúdanos a cuidar nuestra Patria

martes, 6 de octubre de 2015
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06/10/2015 – El fin de semana pasado fue la 41º Peregrinación Juvenil a Luján, con la participación masiva de jóvenes que se pusieron en camino para encontrarse con María.

Desde la Obra de María participamos activamente con animación y difusión de Radio María desde la “Carpa de María”, de los hermanos de Schoentätt, y desde los piés de la Basílica con la transmisión en vivo de la misa y del programa “Casa de Campo”.

Liz Villagra es voluntaria en El Palomar de Radio María, y junto a un lindo grupos de misioneros voluntarios de la radio, participa con el servicio desde hace años en la Peregrinación a Luján. A pocas horas de la edición 2015 de la Peregrinación, Liz se animó a ponerle palabras a su experiencia en medio de los peregrinos

Van varios años que como voluntaria de la Obra de Radio María participo de la difusión en las peregrinaciones juveniles a Luján, y como digo siempre, Ella (María) nos llama, convoca y reúne.

Este año particularmente lo pude vivir desde dos lugares, ver un antes, un durante y un después de esta fiesta juvenil Mariana.
El día sábado por la mañana con mi esposo estuvimos colaborando en la plaza de la Basílica de Lujan. Allí a los pies de la Madre encomendamos nuestra vida y nuestro servicio y el de tantos voluntarios que sólo por amor renuncian a sí mismos para poder estar al servicio de los demás. Ya se veían llegar algunos peregrinos, felices por encontrarse con La Madre, por haber cumplido con la promesa. La plaza iba tomando otro color, se sentía el clima de fiesta y la multitud aumentaba.

Por la tarde nos reunimos con los otros hermanos difusores en la estación Francisco Álvarez, donde se encuentra ubicada la Carpa de María, un lugar donde se asiste al peregrino, animando, alentándolos y diciéndoles que María los está esperando, siempre saliendo a su encuentro. También hay un lugar preparado donde está la exposición del Santísimo. Allí continuamente hay personas que están orando por todos y muchos peregrinos se acercan a rezar, recuperan fuerzas y siguen caminando. Ver pasar tantos jóvenes orando, cantando, exclamando ¡Viva María! es un gran regalo y cada año son más jóvenes los que se suman.

Caminar a la Basílica de Luján es ir orando con todo el cuerpo. El peregrino tiene fe porque Ella, con su gran amor, siempre los recibe en su casa, lugar de cobijo y consuelo, de fortaleza y aliento. Cada uno lleva sus agradecimientos, sus pedidos y promesas, ver distintos rostros que sólo El Señor sabe lo que hay en ellos.

El día domingo era una verdadera fiesta, a pesar de ver rostros y cuerpos cansados, seguían llegando jóvenes, la plaza teñida de distintos colores que identificaban a cada parroquia. Se celebró misa cada hora y se rezaba la oración por la Patria, se fueron sumando las familias, hogares de niños, colegios especiales. Ese día se transmitió “Casa de Campo” desde Luján, entre cantos, notas, bailes y el chiquerito con muchísimos niños dieron un matiz muy especial a la plaza. Muchos se acercaron manifestando lo importante que es Radio María para sus vidas, realmente un verdadero regalo de Dios para su pueblo.

Agradezco al Señor Jesús por ser su instrumento y por ser parte de esta hermosa familia. “Sopla señor te pido, envolveme con tu brisa, en tu espíritu renovame y hazme fiel a tus promesas” y a nuestra Madre, que “María con su mansedumbre, con su paz, nos indique el camino”. Amén

¡Viva Nuestra Señora de Lujan!

Liz