Ushuaia

lunes, 25 de octubre de 2010
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Martes 19 de Octubre 14:30 horas, Luis un oyente aportante de Radio María en Río Gallegos, que como nosotros tiene la tonada del cantito, pasa a buscarnos por el obispado para llevarnos al aeropuerto. El vuelo de Austral parte puntual a las 16 hs para dirigirse rumbo a Ushuaia atravesando el Estrecho de Magallanes e instalándose por sobre el último tramo de la cordillera de tierras Argentinas. Una vez más, pero ahora desde lo alto, podemos contemplar la variedad y belleza de paisajes de esta tierra patagónica. Superado el último cordón montañoso que termina sobre el Canal de Beagle, nos sorprende la ciudad de Ushuaia, hoy con 70 mil habitantes. El comandante de vuelo parece dejarla atrás, sin embargo, hace un giro en “u” mientras desciende para depositarnos en el bello aeropuerto de la ciudad más austral del mundo.

Mientras esperamos nuestro equipajes y los equipos de transmisión, se entreabre la puerta y vemos a Carola con los voluntarios y un cartel que reza: “Bienvenidos a los confines de la tierra”. Como si desde siempre nos conociéramos, nos estrechamos con cada uno en un fuerte abrazo, como queriendo romper el frío que depositaba la nieve con la que éramos también recibidos. Nos dirigimos hacia la Parroquia María Auxiliadora, donde su párroco Walter, nos da la bienvenida y nos ubica en nuestras habitaciones para luego dirigirse junto a nosotros y un grupo de voluntarios a las montañas todas cubiertas de nieve para compartir la merienda.

Celebramos la misa y en un ágape fraterno de cena improvisada en la casa parroquial, se hicieron presentes los voluntarios difusores más cercanos y jóvenes del Movimiento de la Palabra de Dios, para darle particularmente la bienvenida a Diego. Nos vamos a descansar para el otro día encontrarnos junto a los oyentes como a lo largo de estos 15 días de misión, disponernos para el encuentro gozoso con María y la catequesis.

Muy temprano, ya a las 4 y media de la mañana comienza a aclarar en Ushuaia, nosotros nos hemos sorprendidos a las 6 a.m. por la claridad con la que nos recibe el día y comenzamos a preparar los equipos para nuestro encuentro catequístico. Como en cada lugar donde se hace presente la Catequesis Misionera, los oyentes van llegando de uno en uno con el rostro lleno de alegría y agradecimiento por la presencia de María y su radio visitándolos.

El texto del Evangelio invita con la sorpresiva imagen de Jesús como ladrón a dejarnos robar el corazón por su presencia amorosa y prácticamente solo en torno a esta idea fuerza, nos detenemos para rumear la Palabra, invitando a todos a dejarnos hacer un jacke mate por Jesús que viene a nuestro encuentro.

Terminada la Catequesis, Diego presenta el proyecto de radio y recibimos muchos y bellos testimonios de aportantes y oyentes que sienten el calor mariano de esta radio que hace cálidas las jornadas en una tierra donde el frío es el clima habitual.

Después de conocer durante el día algunos lugares imponentes de esta parte del territorio argentino, celebramos la misa como pidiéndole todos a Jesús, que no pasara de largo, que se quedara entre nosotros porque nos ardía el corazón como fruto del encuentro fraterno.

Muchos se sumaron al final a la cena a la canasta que compartimos en el salón de Nazaret de la parroquia. Nuestro agradecimiento particular al Padre Walter, por su fraterna acogida al proyecto de María y por hacernos sentir como en casa. En Ushuaia los voluntarios asumen el compromiso de organizarse en la difusión y acompañar la imagen peregrina de María que invita a la oración en común.

Es Jueves de mañana muy temprano, Carola nos va a buscar a la casa parroquial, la hermana Sol se acerca para hacernos unos obsequios mientras apuramos el paso, porque el vuelo hacia Río Gallegos se ha adelantado. Nos despedimos de Carola y nos vamos rumbo a la capital de la provincia santacruseña en un avión de “LADE” que alberga en su pequeño interior tan solo a 20 pasajeros. Cuando lo vimos con su propulsión a hélice y su tamaño diminuto, nos miramos y entre nervios y experiencia de aventura nos reímos pensando como sería la travesía por las cordilleras en el aeronave. Nuestra expectativa nerviosa no se vio defraudada, a poco de levantar vuelo el viento comenzó a sacudir el avión. Sin embargo, el sacudón no pudo con nuestra alegría que seguía expresándose en la risa compartida gracias a esta hermosa aventura misionera. Nada fue la partida, sabiendo de los vientos de Río Gallegos nos preguntábamos mientras recorríamos los 800 km hacia la ciudad, cómo sería el aterrizaje. A la hora, encontramos la respuesta, un fuerte viento del este sacudió aún, más violentamente a la nave, que jamás encontró estabilidad ni aún a los pocos metros de aterrizaje. Después de un viaje movidito, ya en tierras gallegas y recogidos por Luis en el aeropuerto buscamos nuestro móvil misionero y emprendimos viaje hacia Puerto San Julián.