Información de calidad para comprender los desafíos del mundo

viernes, 18 de septiembre de 2020
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18/09/2020 – Lo pidió el Papa Francisco esta mañana al recibir en audiencia a la delegación del semanario belga “Tertio”, que tras veinte años sigue inspirando el comportamiento individual, familiar y social de las personas con sus valores.

El Santo Padre comenzó destacando que en la sociedad en la que vivimos, la información es una parte integral de nuestra vida cotidiana, y les dijo que cuando es de calidad, “nos permite comprender mejor los problemas y desafíos que enfrenta el mundo e inspira el comportamiento individual, familiar y social”. A lo que agregó textualmente:

“En particular, es muy importante la presencia de medios de comunicación cristianos especializados en información de calidad sobre la vida de la Iglesia en el mundo, capaces de contribuir a la formación de las conciencias”

Después de destacar que el nombre de esta revista semanal, “Tertio”, hace referencia a la Carta Apostólica de San Juan Pablo II Tertio millennio adveniente, que había escrito con vistas al Gran Jubileo del Año 2000, para preparar los corazones a acoger a Cristo y su mensaje liberador, el Santo Padre les dijo que esta referencia, “no es sólo un llamado a la esperanza”, sino que también tiene por objeto “hacer oír la voz de la Iglesia y la de los intelectuales cristianos en un escenario mediático cada vez más secularizado”, para “enriquecerlo con reflexiones constructivas”.

Francisco les dijo además que “es notable la contribución de los medios de comunicación cristianos al crecimiento de un nuevo estilo de vida en las comunidades cristianas, libre de toda forma de preconcepción y exclusión”. Y al recordar cuanto él mismo expresó a la hora del Ángelus dominical del pasado 6 de septiembre el Papa agregó:

Haciendo alusión a su Mensaje para la 54ª Jornada de las Comunicaciones Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Obispo de Roma afirmó que “los cristianos comprometidos en este campo están llamados a poner en práctica de manera muy concreta la invitación del Señor a ir al mundo y proclamar el Evangelio”. Y añadió que “debido a su alta conciencia profesional, el periodista cristiano está obligado a ofrecer un nuevo testimonio en el mundo de la comunicación sin ocultar la verdad o manipular la información”. Y recordó, al respect, cuanto escribió a principios de este año:

“En medio de la confusión de las voces y de los mensajes que nos rodean, necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos. Una narración que sepa mirar al mundo y a los acontecimientos con ternura; que cuente que somos parte de un tejido vivo; que revele el entretejido de los hilos con los que estamos unidos unos con otros”

De ahí que el Santo Padre haya explicado que “el profesional cristiano de la información debe ser, por lo tanto, portador de esperanza y confianza en el futuro. Porque sólo cuando el futuro es aceptado como una realidad positiva y posible, el presente también se vuelve vivible”. Y hacia la conclusión de su discurso que el Papa manifestó su deseo de que estas reflexiones también puedan ayudarnos, especialmente hoy, “a alimentar la esperanza en la situación de pandemia que está atravesando el mundo”.

Por último, y antes de impartirles su Bendición Apostólica, el Papa Francisco encomendó su labor, al servicio del encuentro entre el hombre y la sociedad, a la protección de la Santísima Virgen. Y lo hizo con el deseo de que ella vuelva su mirada hacia todos y cada uno de ellos y los ayude a ser fieles discípulos de su Hijo en su profesión.