“La oración es el aliento de la fe

miércoles, 6 de mayo de 2020
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06/05/2020 – El Papa Francisco comenzó una nueva serie de catequesis sobre la oración durante la Audiencia General semanal este miércoles 6 de mayo en la que explicó que “la oración es el respiro de la fe, es su expresión más propia. Es como ‘un grito’ que sale del corazón de quien cree y confía en Dios”.

Al iniciar esta nueva serie de catequesis sobre la oración, el Pontífice se basó en el pasaje bíblico del Evangelio de San Marcos (10, 46-52) que tiene como personaje central a Bartimeo, un mendigo ciego que vivía en la ciudad de Jericó.

De este modo, en la catequesis en italiano que pronunció el Papa en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano ante diez de sus colaboradores, quienes, ocho de ellos, como es habitual, leyeron el mismo pasaje del Evangelio y una síntesis de la catequesis en: francés, inglés, alemán, español, portugués, árabe y polaco.

Al referirse a la historia de Bartimeo, el Santo Padre reconoció: “les confieso, para mí es, el más simpático de todos” los personajes del Evangelio.

“Era ciego, y estaba sentado a mendigar sobre la orilla del camino en la periferia de su ciudad, Jericó. No es un personaje anónimo, tiene un rostro, un nombre: Bartimeo, es decir, ‘hijo de Timeo’. Quien un día, escuchó que Jesús habría pasado por allí”, relató el Papa quien añadió, de hecho, que en Jericó pasaban muchas personas “peregrinos y mercaderes”.

En esta línea, el Pontífice señaló que Bartimeo “habría hecho todo lo posible para encontrar a Jesús” y agregó en forma espontánea que “muchas personas hacían lo mismo” y puso el ejemplo de Zaqueo, de baja estatura, quien subió el árbol ante la multitud que querían ver a Jesús.

“Él no ve, no sabe si Jesús está cerca o lejos, no lo oye, lo entiende entre la multitud, que en cierto punto aumenta y se acerca… Pero está completamente solo, y a nadie le importa. ¿Y qué hace Bartimeo? Grita y grita, y sigue gritando. Usa la única arma en su poder: la voz. Comienza a gritar: ‘Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí’”, describió el Papa.

En este sentido, el Santo Padre dijo que los gritos de Bartimeo “molestan, no parecen educados, y muchos lo regañan, le dicen que se calle: ‘Sé educado, no hagas así’. Pero Bartimeo no calla, por el contrario, grita aún más fuerte: ‘Hijo de David, Jesús, ten piedad de mí’”.

“Aquellos que buscan una gracia y llaman, llaman, a la puerta de Dios… Él grita. Llama”, expresó el Papa Francisco quien se detuvo en la expresión: “Hijo de David” para indicar que es “muy importante” pues “quiere decir ‘el Mesías’. Confiesa al Mesías. Es una profesión de fe que surge de la boca de aquel hombre despreciado por todos. Y Jesús escucha su grito”.