Tres líderes religiosos centroafricanos estuvieron con Francisco

jueves, 27 de marzo de 2014

27/04/2014 – “Tomamos el bastón de los peregrinos para ofrecer nuestro testimonio a todo el mundo sobre lo que está sucediendo en República Centroafricana. Es por eso que decidimos venir a ver al Papa”. Esto es lo que dijeron el reverendo Niclas Guerekoyame Gbangou, líder de las Iglesias protestantes de África Central, el imán Omar Kobine Layama y el Arzobispo de Bangui, Monseñor Diedonné Nzapalainga, en Roma. Los tres juntos estuvieron en la Audiencia General de ayer del Papa Francisco y se reunieron con el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, y el Santo Padre después de su catequesis. Los invitó a Italia la Comunidad de Sant’Egidio.

El periódico francés “Le Monde” los definió como “los tres santos de Bangui”. Primero recorrieron la República Centroafricana y ahora recorren el mundo para afirmar una verdad histórica: en la República Centroafricana no se está combatiendo ninguna guerra de religión; se trata simple y tristemente de un conflicto por el poder. El imán Omar Kobine Layama, que vive en la casa del Arzobispo en Bagui, lo subraya con fuerza: “Nosostros estamos aquí, juntos, para demostrar que la responsabilidad de esta guerra no debe atribuirse a las divisiones religiosas, sino a las milicias como el Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony, la Seleka y los Anti-balaka”.

A un año del golpe de estado con el que fue derrocado el presidente Francois Bozizé, la situación en el país sigue siendo muy difícil. Y no es sencillo obtener datos concretos sobre los millones de personas que han buscado refugio fuera o en diferentes regiones del país. Durante los últimos meses, los desplazados han sido en su mayoría musulmanes que temen los ataques de las milicias anti-balaka. La misión militar francesa, Sangaris, que cuenta con 1600 hombres, y la Misca, la misión militar promovida por la Unión Africana, compuesta por 6000 hombres, no han podido garantizar el orden en un país cuyas dimensiones son enormes y en el que los empleados públicos no reciben su sueldo desde hace 5 meses.

Monseñor Dieudonné Nzapalainga, presidente de la Conferencia Episcopal de la República Centroafricana, denunció que los soldados de diferentes contingentes africanos de la Misca parecen proteger solamente las fronteras con sus países, en lugar de restablecer el orden en África Central: “Es evidente; los soldados de Chad están en el norte,, los de Camerún en el oeste, a lo largo de la frontera con sus estados, así como los del Congo Brazaville y de la República Democrática del Congo”. El Arzobispo de Bangui también señaló el peligro del tráfico ilegal: “La cercanía de estas tropas con sus países puede animar el comercio ilegal de recursos minerales más allá de nuestras fronteras”.

Los tres líderes religiosos, antes de llegar a Roma, estuvieron en Nueva York y París, en donde tuvieron encuentros tanto con representantes de los gobiernos como con los de las Naciones Unidas. “Necesitamos una misión internacional para mantener la paz, y ayuda para el desarrollo; vivimos sufrimientos atroces desde hace más de un año”, subrayó Monseñor Nzapalainga.

El 8 de abril habrá encuentros de oración y reuniones en Bangui, y participarán todas las comunidades religiosas: en la catedral católica, en la gran mezquita y en las Iglesias protestantes. Los “tres santos de Bangui” están propmoviendo las “escuelas de paz” (en las que los niños podrán estudiar juntos, sin importar su religión o etnia) y centros de salud para todos.

Pero no es suficiente. Y por este motivo volvieron para ver al Papa: “El Santo Padre ya se ha expresado con fuerza a favor de nuestra gente, en contra de la guerra”, recordó el pastor Niclas Guerekoyame Gbangou. “Esperamos que esta nueva intervención de la Santa Sede pueda promover la paz en la República Centroafricana, un país en el que los cristianos y los musulmanes conviven en paz desde hace siglos”, agregó.

 

Vatican Insider