Colombia reza por la pronta beatificación del Padre Rafael García Herreros

lunes, 25 de junio de 2018
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25/06/2018 – “La vida del Padre Rafael García Herreros, sacerdote eudista, es una vida maravillosa donde el Señor se ha manifestado de una manera muy clara, muy transparente, en su amor hacia los más necesitados, hacia los pobres”, comenzó reflexionando la Postuladora de esta causa, la abogada rosarina en Roma, Dra. Silvia Correale.

Junto a Silvia se encontraban desde Colombia, el Vicepostulador Padre Iván Díaz, y el Padre Camilo Bernal, Ex superior general de la Congregación, quien introdujo la causa de beatificación del Siervo de Dios.

Vida del Padre Rafael

El padre Camilo Bernal comenzó diciendo que “El padre Rafael fue un hombre maravilloso, que nació en la ciudad de Cúcuta, una ciudad fronteriza con Venezuela, nació el 17 de enero de 1909, es el tercero de siete hijos del general Julio César García Herreros y su madre doña María Unda Pérez, de origen venezolano. Se crió en un hogar muy católico, con un gran amor a la patria”, indicó.

Margarita Osorio se sumó para hablar sobre la primera etapa de la vida del Siervo de Dios, diciendo que “El padre Rafael, se dedicó a la formación de futuros sacerdotes, aunque también hacía muchas cosas, como escribir cuentos vocacionales para llegar a la gente. “También evangelizaba a los pescadores a la orilla del mar y a los desempleados, es así, que por estos caminos comienza su actividad con la radio, que lo llevará a fundar El minuto de Dios”, contó Margarita.

El traslado a Medellín

Fue acusado por las personas de Cali de ser un sacerdote con ideas comunistas y fue trasladado a Medellín. Esta situación lo entristeció. Estuvo muy triste por no poder llevar a cabo sus ideales. Pero, cuando visitó un cementerio eudista, rezando frente a la tumba del padre Félix Ruiz, encontró las fuerzas para continuar su misión”, relató el Padre Iván.

Un testimonio emocionante

Delia Franco, trabajó en la casa cural y acompañó al Padre Rafael García Herreros, atendiendo las tareas domésticas, quien contó emocionada que “El padre fue una persona maravillosa, como patrón, como ser humano, porque él no lo trataba a uno como un empleado, sino como un familiar, como un hijo, fue un papá en todo el sentido de la palabra para mí”, señaló.

El padre García Herreros falleció en la casa cural del Minuto de Dios, en Bogotá, en la noche del 24 de noviembre de 1992. El testimonio sacerdotal de su vida y su recuerdo perdura en el corazón de su pueblo, al que tanto amó.