01/06/2020 – La declaración de la emergencia sanitaria por el covid-19 en el país, y el decreto que impuso el aislamiento social preventivo y obligatorio, dio un giro importante al día a día de muchísimos argentinos. Nos cambió la rutina, el modo de trabajar, la convivencia, los horarios, las costumbres, además del aislamiento… Todo eso, por supuesto, tiene consecuencias en la salud emocional de las personas, y sobre todo en el estrés que se experimenta en el desarrollo laboral.
La Universidad Siglo 21 actualizó su “Índice de Bienestar Emocional y Estrés en los Trabajadores Argentinos” en el marco de la pandemia de COVID-19. La institución, mediante su Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales, determinó que , la emergencia sanitaria impactó en el 73% de los trabajadores de la Argentina, ya sea por la reducción de horas, la imposibilidad de ejercer la actividad laboral o el cambio de sus rutinas mediante la adopción del teletrabajo, en el mejor de los casos.
Tanto es así que el 37% de la base analizada no está trabajando como consecuencia del confinamiento. Por otra parte, el 47% de los trabajadores no vieron disminuidos sus ingresos, el 29% tuvo una reducción de entre el 20% y 60% y, para el 21%, la disminución promedio fue del 80%. En relación a esto, el 44% señala que su sueldo no le alcanza para satisfacer sus necesidades de vida.
Carlos Spontón es Magister en Psicología, investigador y Director del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo XXI. En diálogo con Radio María Argentina, Spontón destacó: “Las personas que, actualmente, dentro de la pandemia tienen mayores niveles de agotamiento y más niveles de sufrimiento por el trabajo, son las que forman el grupo de los que tienen entre 41 y 50 años, son los que más están sufriendo. Cuando fuimos a ver las causas, tienen que ver con la cantidad de tareas que están haciendo”
Ante la pregunta ¿cómo se sale de esto?, el especialista explicó que “este es un momento en que se pone el juego lo que se llama “capacidad de regular las emociones”. Hay que aprender a autoregular las emociones y, para ello hay que tener capacidad par aceptar las situaciones, el que logra aceptar la situación sale más rápido de la bronca, de la furia y del enojo. Aceptación no significa resignación”.
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