13/05/2021 – Está planteado el debate mundial acerca de la propuesta de que se liberen temporariamente las patentes de las vacunas contra el Covid-19.
Se trata de una propuesta que ya había planteado el papa Francisco en diciembre de 2020, hace un año y cinco meses, para que no ocurra lo que está sucediendo ahora: que los países ricos y poderosos tengan vacunas de sobra, mientras que los menos favorecidos tengan muy pocas o ninguna, y que, en consecuencia, la pandemia siga provocando muertes y dolor por cuestiones económicas.
Lo que volvió a poner este tema en la agenda fue el cambio de posicionamiento histórico que ha tenido el Gobierno de Estados Unidos. Porque, al ser una potencia científica mundial, las empresas norteamericanas invierten y ganan mucho dinero con las patentes, como ocurre también en otros países con mucho desarrollo tecnológico. Históricamente, Estados Unidos ha sostenido una fuerte presión sobre todos los países para que se paguen los derechos por las patentes por medicamentos y otros productos tecnológicos. Pero ahora, en un giro que sorprendió a muchos, se ha puesto a la vanguardia de la suspensión temporal de la obligación de pagar los derechos de las patentes de las vacunas contra el coronavirus, y lo está impulsando en la Organización Mundial de Comercio, donde se tratan estos temas.
Es un tema sanitario importante, que tiene implicancias médicas, económicas, sociales, pero sobre todo, éticas y morales. Por eso, en Radio Maria Argentina dialogamos con monseñor Alberto Bochatey, obispo auxiliar de La Plata, experto en bioética, presidente de la Comisión Episcopal de Salud de la Conferencia Episcopal Argentina, y de la Pontificia Academia para la Vida.
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