No ocultes lo que ayer se te ofreció, no escondas la moneda ni el vitral;*no dejes que una nube diga ”adiós”, no caigas a pedazos,**no asustes tu diamante. No entregues tu perfecto amanecer,ni tus estrellas, ni tu arena, ni tu mar, ni tu incansable caminar.Vete de nuevo hasta el arroyo donde está tu mejor canto.
Y ve, cálmale la sed a tus enormes prados, no permitas que se pierda tu cosecha,hoy, que hasta la lluvia fiel no te ha escuchado, busca tu raíz.Y dale la caricia a la que siempre espera, la única manera de hacerla que vuelvaa ofrecerte frutos hasta en el invierno. Y no olvides que una vez tú fuiste sol.
Y ve, desata esos diques de corrientes presas, déjate llevar y vuelve a ser jinete,baja hasta tus valles de palomas sueltas, que éste es tu país:donde están tus riendas, donde está tu espuma,donde abandonaste tu camino entonces, donde naufragaste, haz nacer mil rosas.Y no olvides que una vez tú fuiste sol.
Danza sobre tu calle que danza, sobre esta casa que danzasi no se puede hacer más… por ahoraDanza sobre la desventura a la luz de la luna, sobre el campo y el marDanza es caricia, es pudor, danza no es odio, es amor, es aprender a volarSi pudieras danzar por el aire también las estrellas podrían abrazarteDe veras: No sigas aferrada a tus dolores que no saben danzar
Danza junto a tu vida que danza, junto a todo lo que faltasi no se puede hacer más: Danza, danza, danza.