04/12/2025 – La tradición del Último Primer Día (UPD), pensada como un ritual de celebración para los estudiantes que comienzan su último año de secundaria, ha evolucionado en los últimos tiempos, generando episodios de tensión y preocupación en diversas comunidades educativas. Lo que en principio fue un encuentro simbólico, consistente en pasar la noche previa a clases reunidos para luego ingresar juntos al colegio, ha derivado en incidentes que vulneran las reglas y exponen un complejo equilibrio entre la necesidad de una despedida y los riesgos asociados a los excesos. Recientemente, dos casos resonantes en el país pusieron de relieve esta problemática, exigiendo un análisis profundo sobre el comportamiento juvenil y la gestión de estos ritos.
En la localidad de Arroyito, Córdoba, estudiantes de la Escuela Vélez Sarsfield protagonizaron un incidente que se salió del marco del festejo. Tras una reunión nocturna en la costanera con consumo de alcohol, algunos alumnos intentaron ingresar por la fuerza al establecimiento educativo al día siguiente, mientras las clases continuaban con normalidad. Los reportes indican que este intento se tradujo en la rotura de vidrios y diversos destrozos dentro de la institución. En Mendoza, por su parte, más de un centenar de alumnos del Colegio Universitario Santa María generaron serios perjuicios materiales tras destrozar instalaciones en su «último día» de clases, como respuesta a la denegación de un permiso para ausentarse al día siguiente. Las consecuencias para este grupo incluyeron amonestaciones masivas y la exigencia de rendir todas las materias como alumnos libres.
Estos hechos, que superan el límite de la celebración, obligan a reflexionar sobre la gestión de los límites y las responsabilidades en el ámbito escolar. La violencia y los excesos registrados ponen de manifiesto la tensión entre un acto de cierre de ciclo y las consecuencias reales que estos comportamientos tienen sobre las instituciones y la comunidad educativa. Para abordar este tema y entender las dinámicas detrás de estos incidentes, dialogamos con Viviana Postay, profesora, formadora docente y especialista en gestión educativa, para un análisis en vivo que permita buscar caminos de diálogo y prevención.
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