Vengo a ponerme de rodillas virgencita,
porque precisamo de que vos te lo chamuyes
a tu hijo Jesús que es el capo máximo de todo nosotro,
p’hacerle un par de rnangazos de laburo, desalú y todo eso.
Y yo pensaba que como vos sos la mamá de él,
no te va a decir que no ¿viste?
Y bueno, lo que yo como hijo tuyo te pido,
es que vos leas en los ojos de nosotros,
y allí solita se van a dechavar toda nuestra necesidade…
aunque sabemo que vos y Dió saben
perfetamente qué cosa precisamo cada uno…
Por eso, con solo poner tu santa mano
sobre nuestro pecho, vas a poder sentir nuestras angustias…
vas a ver nuestras manos vacías y nuestros ojos cargados de lágrimas.
Pero a travé del llanto vas a poder ver también
nuestras esperanzas que nacen de nuestra fe,
porque confiamos en vos, y en tu Hijo…
Vos sabés que algunos de nosotros andamos
precisados de salú, que otros tenemos problemas
en el hogar, en el laburo, y también en nuestros sentimientos,
que a vece se les da por andar a contramano…
Virgencita, vos que sos tan buena, chamuyátelo a tu Hijo…
te lo pedimo los hombres, las mujeres y lo niño que se arrodillamo respetuosos adelante de vos, confiados.
Y tanta es la confianza que te tenemo,
que en este istante ponemo todo nuestro sueños en tus manos…
Te lo pedimos a vos, que vivís florecida de Jesús…
Te lo pedimo por nuestros hermanos en Cristo,
por nuestro familiare, por nuestros amigos,
por los que están, y por los que ya se la picaron.
Por nuestro gobernantes también te mangamo,
pa’ que les deas claridá de sabiola.
Te lo pedimo en el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo.
PODASTA: Yo sé bien que nosotro también podemo mangarlo a Dió diretamente, pero te usamo de intermediaria, porque nuestros pedidos, en tus labios suenan más dulces. Perdoná tanta molestia.
Mingo*
* Mingo es un personaje lunfardo del pueblo argentino. Domingo Tinguitella, o simplemente “Minguito” o “el Mingo”, fue un famoso personaje creado por el guionista Juan Carlos Chiappe e interpretado por el actor argentino Juan Carlos Altavista (1929-1989), entre las décadas del sesenta y del ochenta. “Minguito” intentaba esterotipar al hombre “de pueblo” argentino, y más particularmente de Buenos Aires, descendiente de inmigrantes.