23/09/2025 – En los últimos días, un informe del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral encendió las alarmas en la opinión pública. Según el relevamiento, por primera vez desde que existen registros, el suicidio se ha convertido en la principal causa de muerte entre las mujeres de 10 a 19 años, superando a los accidentes de tránsito, que históricamente encabezaban las estadísticas. Este dato refleja un cambio drástico y preocupante en la realidad de la adolescencia.
El informe también revela que los suicidios en jóvenes de entre 20 y 29 años alcanzaron un récord histórico. Este aumento no solo marca una tendencia en alza, sino que también plantea interrogantes profundos sobre las condiciones sociales, emocionales y de salud mental que atraviesa esta franja etaria. Las cifras muestran que el problema ya no es aislado, sino que se ha consolidado como un fenómeno de fuerte impacto en la sociedad.
Estos resultados ponen en evidencia la urgencia de reforzar las políticas públicas en salud mental, con un enfoque integral y preventivo que acompañe a niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad. La detección temprana, el acceso a tratamientos adecuados y el fortalecimiento de las redes de apoyo comunitarias y familiares son claves para revertir este escenario. El informe de la Universidad Austral, lejos de ser un simple diagnóstico, es un llamado de atención a toda la sociedad.
En este contexto, Estela Paz, coordinadora de Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis Tucumán, y su carisma pastoral de la Esperanza sostuvo: «Desde la pastoral de la salud nos hemos sentido interpelados, conmovido ante tantas muertes innecesarias, injustas, devastadoras que se están produciendo, sobre todo la de los niños y los adultos mayores. En Tucumán no teníamos esas estadísticas, es decir, adultos mayores a partir de los 65 años y en este momento estamos teniendo altos números de esas muertes por suicidio»
Paz tambien relató que «lo que pretende o lo que se busca o el enfoque que tiene la pastoral es decirle a una persona que ha empezado a sentir la desesperanza como sufrimiento y no encuentra solución a sus adversidades, que es un camino que puede desaprender y aprender uno nuevo. Desde la fe es más fácil, es decir, cuando es creyente es mucho más fácil, pero nosotros no hacemos un enfoque litúrgico, dogmático, porque la persona viene con tanto sufrimiento atroz que hasta Dios crees que lo abandonó».
Se puede acceder a la entrevista completa en el reproductor de videos ubicado bajo el título.