28/11/22- En la sociedad actual en la que, de alguna manera, se nos exige estar constantemente ocupados, el hecho de estar aburrido se ha convertido prácticamente en sinónimo de tener poca iniciativa, ser descuidado o desorganizado con el tiempo personal. Se suele asociar el aburrimiento a perder el tiempo. El Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, nos propone ir a las entrañas del aburrimiento para conocer sus raíces más profundas.
El aburrimiento fundamentalmente es una vivencia. Se asocia habitualmente a un estado emocional negativo, a partir de una determinada molestia o cuando no encuentra algo que le proporcione ocupación o entretenimiento. Tiende a aparecer ante situaciones percibidas como monótonas o rutinarias. El aburrido sufre de una gran crisis de voluntad, nunca tiene ganas de hacer algo por placer o para divertirse.
Para el aburrido el tiempo pasa con extrema lentitud. Es habitual que el aburrimiento surja cuando una persona está realizando una actividad rutinaria por obligación. Generalmente, la persona tiende proyectar su problema, a atribuir la causa de su malestar a aspectos externos.
Los estadíos mas graves del aburrimiento se generan cuando la persona siente una sensación de vacío interior, unida a una gran insatisfacción con tu existencia. Como si las experiencias gratificantes de la vida se han puesto en pausa. La sensación de estar atrapado en una vida sin sentido, donde la emoción que prevalece es el hastío. El aburrimiento se da en todas las dimensiones de la persona.
Si bien el aburrimiento es una sensación normal y no es signo de un trastorno, sí puede aparecer asociado a múltiples factores de la personalidad la tendencia al aislamiento o evitación social. De hecho, se ha apreciado que las personas que más se aburren son aquellas que no han desarrollado su autoconciencia. Suelen tener una carencia de vida interior.
Suele también estar asociado a un carácter de irritabilidad, agresividad y mal humor. Relacionado con síntomas de tipo depresivo y ansioso, quejas somáticas, dificultad en el control de los impulsos, especialmente en relación con la comida y la ingesta, abuso de sustancias y juego patológico.
Es un elemento reflexivo que permite analizar la realidad tal como es. Una persona aburrida puede llegar a tener las mejores ideas, así como las más creativas. Esto ocurre debido a que se activa el pensamiento constructivo que da paso a la reflexión. El aburrimiento es un excelente estado para evaluar la productividad personal. Permite analizar si estamos perdiendo el tiempo en tareas que no nos benefician. Desde el punto de vista pedagógico, la monotonía es esencial para que los/as niños/as descubran lo que les motiva y les entretiene. Indudablemente, si se maneja con efectividad, el aburrimiento se convierte en un excelente catalizador.
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