Aquello que vemos en los demás está oculto en nosotros

viernes, 3 de julio de 2020

03/07/2020 – “Una vez que hemos aprendido a reconocer la responsabilidad de lo que somos y sentimos, también podemos comenzar a reconocer y asumir nuestra responsabilidad en las dinámicas que modelan nuestras relaciones”, dijo la Licenciada Ángela Sannuti en otro encuentro que nos lleva a seguir descubriendo la riqueza interna que todos llevamos dentro.

¿Qué nos dicen nuestras relaciones de nosotros mismos?
“Uno de los campos en los que se pone a prueba nuestra verdadera libertad, radica en la forma en la que nos relacionamos con quienes nos rodean. Cuantas veces en nuestros vínculos más estrechos, con nuestros seres queridos, vivimos echándonos mutuamente la culpa de nuestra infelicidad, eludiendo la responsabilidad de construir nuestra propia felicidad. Cuando se renuncia al poder de las propias decisiones se está aceptando el papel de víctima y se termina siendo un prisionero. Nadie quiere vivir su vida en cautiverio, pero hay que ver cuán dispuestos estamos a entregar nuestra libertad mental, emocional y espiritual cediendo al otro la responsabilidad de decidir por nosotros. Cuando renunciamos asumir nuestra responsabilidad por nosotros mismos, estamos renunciando a nuestra capacidad de crear y construir nuestro sentido de la vida.”

Cuando despertamos a nosotros mismos, nuestro corazón se abre a los demás
“Más conectados estamos con nuestra interioridad, más conectados estamos con los demás. Nuestro corazón empieza latir “a cielo abierto” y nuestra alma se empieza a manifestar. Vincularnos con otros nos permite conocer nuestros dones (para compartir) y nuestras heridas (para repararlas). Detrás de cada herida siempre hay un don que espera manifestarse. Para eso se requiere apertura de corazón.”

Los otros son una herramienta terapéutica para la vida
“A menudo no vemos las cosas como son, sino como las imaginamos. Aquello que vemos en los demás está oculto en nosotros. El problema es que nos vemos unos a otros como seres separados, como parte de un todo, pero desconectados entre sí. En la vida siempre me voy a encontrar con personas que resuenan conmigo y personas que no. Estamos invitados a preguntarnos: ¿Qué representa esta persona para mí?; ¿qué me quiere mostrar de mí?. Tenemos dos posibilidades: proyectamos lo positivo en otros (esa cualidad que veo afuera también está en mí); o por otro lado proyectamos lo negativo. Esa persona que me fastidia, esa persona que me produce antipatía, me genera sufrimiento y hago un juicio hacia ella. Me guste o no, me está mostrando algún aspecto que está en mí, pero no lo quiero reconocer porque está bien guardado en el inconsciente. Aprender a observar aquello que me produce profunda admiración y aquello que me produce un rechazo incontrolable, es la clave para volver a conectarme con aquellos aspectos o cualidades que fueron sepultados en nuestro inconsciente. Los vínculos son una herramienta terapéutica para la vida.”

 

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.