“Cada red social está atada a la generación en la que nació”, dijo Alonso Barboza

jueves, 15 de abril de 2021
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15/04/2021 – En el ciclo “Evangelización 2.0. El tiempo de los ciber apóstoles”, el padre Jorge Reinaudo, de la diócesis de Río Cuarto, compartió junto a Alonso Barboza, cantautor venezolano radicado en Estados Unidos y activo evangelizador, algunos tips y criterios para compartir la Buena Noticia en las redes sociales. El padre Jorge comenzó diciendo: “Hay desafíos grandes en el documento “Inter Mirifica” del año 1963, elaborado durante el Concilio Vaticano II. En este texto aparece con fuerza la importancia de la evangelización a través de los medios de comunicación. Hoy las redes sociales se han convertido en un desafío muy grande para la Iglesia”.

Barboza agregó: “Me gusta buscar la forma de impactar al mundo con la fuerza del Evangelio, eso es lo que hago a través de las redes. En lo cotidiano estoy muy pendiente de las estadísticas. Creo que la comunicación debe ser intencional, no podemos ser inocentes al compartir el encuentro con Jesús a otros, debemos prepararnos para hacerlo de la mejor manera. En las redes sociales queremos entablar contacto con los demás pero a veces desconocemos las reglas de cada red, cuál es su cultura”.

Para el uso de estos medios es necesario que todos los que los utilizan conozcan las normas del orden moral en este campo y las lleven fielmente a la práctica. Consideren las materias que se difunden según la naturaleza peculiar de cada medio. Al mismo tiempo, tengan en cuenta todas las condiciones y circunstancias, es decir, el fin, las personas, el lugar, el momento y los demás elementos con los que se lleva a cabo la comunicación misma y que pueden modificar su honestidad o cambiarla por completo. Esto lo indica el “Inter Mirifica” y tiene plena vigencia”, afirmó Reinaudo.

“A veces me dicen: “Padre, que lindo lo que haces en las redes, ojalá haya muchos sacerdotes como vos”. A mí esto no me gusta porque la evangelización no es solo de sacerdotes y religiosos. Todo bautizado está llamado a ser protagonista en esto. El documento que estamos viendo del Concilio Vaticano II pide a los pastores que se apresuren a usar los medios de comunicación pero también a los laicos les dice que deben involucrarse en este campo. Ahí está el origen de la Evangelización 2.0 que hoy vivimos”, resaltó Jorge.

“Cuando me casé, me dijeron: “Qué buen cura se perdió”. Esto es pensar que los laicos somos meros espectadores y a mí también me molesta esto. Evangelizar en las redes no es ser una sucursal de la cartelera parroquial. Es promulgar los valores del evangelio y la visión de la fe en todo, explícita o implícitamente. Yo estudié teología, música y marketing digital y trato de aplicar todo en lo que hago. Creo que como católicos que estamos involucrados en esto tenemos poco profesionalismo y nos falta capacitación. Tenemos que ser muy curiosos, preguntar, buscar en internet a la hora de evangelizar”, indicó Barboza.

“Las redes sociales comenzaron en los finales de los año 90 y se consolidaron en los años 2000. Pero hay que tener en cuenta que cada red social está atada a la generación en la que nació. De 14 a 24 años es el territorio de Tik Tok. De 24 a 34, están los de Instagram. Esta franja etaria es donde más están avanzando las redes sociales. De 34 en adelante, Facebook se hace fuerte. Youtube comenzó siendo un banco de contenidos, pero hoy mutó a una red social. No se puede publicar un contenido en Youtube y olvidarse. Hay que interactuar con las personas.  Y Twiter quedo más en lo empresarial, corporativo y comunicacional. Es bueno suscribirse a las redes sociales, interactuar, animarse a eso, lo recomiendo. Jesús anunciaba en público pero catequizaba en la intimidad. Esto también lo aplicamos a las redes sociales”, expresó Alonso.

El padre Reinaudo añadió: “Si uno quiere evangelizar en el mundo empresarial y corporativo hay que hacerse fuerte en Twitter. Si querés llegar los jóvenes de 25 a 35 años hay que trabajar pastoralmente desde Instagram. En Tik Tok están los adolescentes y allí hay bailes y desafíos”. Y finalizó diciendo: “El gran desafío en la evangelización 2.0 es descubrir la audiencia de cada red social y ver cómo acercar el Evangelio a esas personas. El Evangelio no va a cambiar nunca, es Jesús a quien llevamos. Solo se trata de trabajar en las maneras, en las formas de comunicar lo que queremos decir del Señor”.