Crisis matrimoniales: los 4 jinetes del apocalipsis de las relaciones de pareja

miércoles, 15 de enero de 2020
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15/01/2020 – En el 2º programa del ciclo sobre el crecimiento en vínculos familiares, la Lic Liliana Oliviero reflexionó sobre las crisis en el matrimonio. Lo hizo desde un libro de John Gottman, “Los 4 Jinetes del Apocalipsis de las relaciones de pareja”, un investigador de la vida conyugal y funcionamiento de las parejas.

La especialista en familia dijo que las crisis son naturales y “fisiológicas”. “Si dos personas están compartiendo sus vidas a fondo, y tienen que deponer parte de lo que son para donarlo y fundirlo al otro, es natural que surjan dificultades y obstáculos, explicó y agregó que son necesarias, para conciliar el matrimonio con solidez y porque “es lo que nos ayuda adaptarnos y ensamblar un proyecto común”.

Liliana explicó que el problema en las parejas es grave cuando confluyen estos 4 jinetes del Apocalípsis:

1) La crítica hacia el otro (descalificarlo, atacar su personalidad y no las cosas que hace). Es cuando en lugar de enfocarnos en la conducta específica del otra, criticamos toda su persona.

2) El desprecio o la desconsideración (es lo que se le dice el “ninguneo”). El desprecio es un signo abierto de la falta de respeto, por ejemplo burlarse del cónyugue, poner los ojos en blanco, la cara de desprecio, el humor sarcástico…

3) Estar a la defensiva. Se da cuando se tiene una respuesta natural a todo con un ataque. Genera mucha tensión. Se niega a la responsabilidad, invento excusas, y respondo con un ataque al otro.

4) El cerrojo (ni te escucho ni te contesto). No hablarle al otro es una táctica que se utilizaba como tortura y castigo hace muchos años. Se apresaba a la persona y nadie le hablaba. Genera silencios tensos y se llega a ignorar al otro, como si no existiera.

 

Podés escuchar la entrevista completa haciendo clic en la barra de audio debajo del título.

Para ampliar sobre el tema, compartimos esta conferencia de la Licenciada Liliana Olivieri sobre “el arte de vivir de a dos”.

 

Consejos para mejorar tu matrimonio y tu salud

Dado que el tener un matrimonio robusto es una clave tan importante de permanecer saludable y feliz, tiene sentido dirigir energía hacia el hacer la relación matrimonial lo mejor que pueda ser. La inversión seguramente valdrá la pena. A continuación, se presentan algunos consejos para hacer tu relación mucho más sana:

1. Nutre tu amistad.

¿Sabes lo que a tu cónyuge le gusta o no le gusta, sabes sus sueños, preocupaciones, temores e ilusiones? ¿Sabes en todo detalle lo que tu pareja hizo todo el día de ayer? ¿Sabes qué tipos de presiones encara en el trabajo? La base de un matrimonio saludable es una amistad firme. Si un matrimonio no se ha construido en una amistad fuerte, con pasar el tiempo puede que resulte difícil el permanecer conectados. Cerciórense de tomar un rato diariamente para fiarse del uno al otro. Durante este tiempo, hagan una prioridad el escuchar y aprender acerca de los pensamientos, sentimientos, e ideas de su pareja.

2. Toma pasos activamente para fomentar tu querer y admiración para  tu pareja.

Gottman dice que esto es el antídoto al desprecio. Recuerda las cualidades buenas de tu pareja. ¿Qué te atrajo a tu cónyuge en primer lugar? ¿Qué amaste o admiraste originalmente de tu pareja? Al nutrir tu afición por tu cónyuge, puedes fomentar una actitud mucho más positiva hacia él o hacia ella.

3. Siempre compórtate respetuosamente hacia tu cónyuge.

En las relaciones que empeoran con el tiempo, el respeto llega a ser cada vez más ausente. Tristemente, a veces la gente acaba tratando a su pareja peor de lo que ellos tratarían a un extraño. Tolerando o entrando en la conducta irrespetuosa, uno contribuye activamente a la muerte de su relación. ¿Alguna vez llamas a tu cónyuge con sobrenombres ofensivos? ¿Regañas a tu socio delante de sus amigos o familia? ¿Nunca consideras cómo tu pareja será afectada por tus comentarios o acciones crueles? Considera las maneras en que tú o tu pareja pueden cruzar la línea a la falta respeto. Recuerda que sin el respeto, el amor no puede sobrevivir.

4. Acepta y aprueba a tu compañero.

Reconoce cuánto poder tienes para exaltar o dejar por el suelo a tu pareja. Puedes hacer que tu relación sea un refugio celestial o el infierno en la tierra. Recuerda que todos necesitamos sentirnos aceptados por quienes somos. En vez de atacar a tu cónyuge, trata de entender su punto de vista. También, haz un cumplido a tu pareja por las formas en que él o ella te apoyan y defienden tu relación. Es fácil de permanecer tan centrado en lo que está mal en la relación que uno deja pasar lo que realmente está funcionando bien.

5. Perdónense el uno al otro.

Cuándo tu pareja genuinamente trata de pedir el perdón, no le des la espalda. Algunas veces es inevitable tener conflictos y sentimientos lastimados. Cuando intentos de reparar estas heridas son rechazados repetidas veces, la relación recibe un golpe. Puede ser que necesites tiempo para sanarte de algún resentimiento, amargura, o de sentimientos dolorosos, pero no cierres las puertas completamente a los intentos de tu compañero de mejorar las cosas. Miren dentro de sí mismos y trabajen juntos para poder curar todas esas heridas.