04/11/2014 – “Dios tiene un tatuaje. No lo sé porque lo vi, sino porque Él me lo contó: “Te llevo tatuada en la palma de mi mano” Is 49, 16″ relató Pablo Martínez. El músico y catequista comentó en el espacio de anucio de “Entre Nosotros” que “quizás detrás de este auge del tatuaje hay una búsqueda de lo que perdura”.
El tatuaje de Dios no es como el de las casas de piercings y argollas, sino que es mucho más profundo. Es una marca profunda e imborrable. “Se tatúa lo que no se quiere olvidar. Lo que considera valioso. Dios dice “tengo tu nombre tatuado en mi mano”, agrega Pablo Martínez. Haciéndonos esta imagen, el catequista invitó a sentirnos amados por un Dios apasionado que está tan enamorado de nosotros que hasta se hizo un tatuaje. Así nos habla de su amor: “te amo eso y más de lo que logres imaginar”.
“Sentirnos amados por un Dios apasionado; Dios está tan enamorado de nosotros que tiene nuestro nombre tatuado” agregó. Además nos dice el libro de Isaías que ese tatuaje es en la palma de la mano. La mano es de las partes del cuerpo más amada y delicada: permanentemente se las mantiene limpias y están frente a nuestros ojos. Así es el amor de Dios, no se olvida de nosotros, nos pone frente a sus ojos a toda hora.
“Se tatúa lo que no se quiere olvidar. Lo que considera valioso. Dios dice tengo tu nombre tatuado en mi mano” @pabmartinez — Radio María Arg (@RadioMariaArg) octubre 31, 2014
“Se tatúa lo que no se quiere olvidar. Lo que considera valioso. Dios dice tengo tu nombre tatuado en mi mano” @pabmartinez
— Radio María Arg (@RadioMariaArg) octubre 31, 2014