“¡Don Brochero, usté nos arrima el cielo!”

lunes, 21 de septiembre de 2020

21/09/2020 – Como cada semana Doña Jovita llega para compartir su alegría y, en esta ocasión, renovar nuestro cariño y devoción al querido Cura Brochero.

“Venga m’hijo, arrímese, échese sobre esos cueros, avive un poco el brasero que mientras voy cebando, vamos a ir desgranando cosas del Cura Brochero”,  así comienza Doña Jovita uno de los hermosos recitados compartidos y que recorre, de manera sencilla y sentida, la vida de José Gabriel del Rosario.

“Me anduvo orillando, como davueltándome un sueño: sentí que hablaba con el Curita gaucho”, nos contó Jovita y continuó: “como me hacía falta la voz del curita le pedí a Serrano que se apersone diciendo las cosas que el mismo Curita ha dicho”:

Doña Jovita:

“Bienhaiga José Gabriel!

Usté nos arrima el cielo,

El fruto de su desvelo

que entre nosotros deambula

nos llegó a lomo de mula

trajinando un siglo y medio.

¡Que me iba yo a figurar

estar viviendo este instante!

para algunos…cosa de antes

pa’ nosotros…pan del día,

a esta ternura tan mía

ahora la tengo adelante.

¡Pobrecitas mis palabras

que amagan darle las gracias!

disimúleme la audacia…

usté’ que es tan campechano

me ha de llevar de la mano

sin ninguna burocracia.

¡Don Brochero!..¡cura gaucho!

Me he criau’ sabiéndolo santo,

porque me han tenido al tanto

mis pagres y mis agüelos…

Es que usté, al darnos vuelo

Nos ventiló los quebrantos…

Brochero:

Yo no he buscado esta gloria,

al cielo lo fui encontrando

en el altar que el serrano

acuna en su corazón.

Una promesa de amor

para el andar cotidiano.

Cuando llegaba en la mula,

mi alegría eran los pobres,

que sin ostentar un cobre

rebozaban de cariño.

Con la ternura de un niño

en esa vida salobre …

Doña Jovita:

Me figuro aquel momento

que dispuso este camino

Aceptar como destino…

Seguir a un crucificado,

un pobre Dios ninguneado

hecho de pan y de vino…

Brochero:

“Sentí mucho miedo. Apenas soy un pobre pecador,

 tan lleno de límites y miserias.

Y me preguntaba: ‘¿Podré ser fiel a la vocación?

¿En qué enredo me metí?’

 Pero en seguida una sensación inmensa de paz invadió todo mi ser.

 Porque si el Señor me había llamado,

 Él sería fiel y sostendría mi fidelidad;

además, Jesús, el Buen Pastor,

 jamás niega sus dones a quienes lo siguen,

y son ‘otros Jesuces’ como su Hijo muy amado”.

(José Luis Serrano)

 

Te invitamos a escuchar los recitados completos de Doña Jovita, en el audio al inicio de esta nota.