09/08/21-“Antes se pensaba que sin importar cuántos nos esforzáramos, nuestra inteligencia se mantenía inamovible. Hoy sabemos que lo que importa, más que la inteligencia, es la mentalidad. Frente al fracaso o al desafío, algunos chicos se esfuerzan más. Otros, por el contrario, se frustran y abandonan”, comentó Laura Lewin, quien nos acompaña cada martes en el programa “Hoy puede ser”.
Mentalidad fija y mentalidad de crecimiento La mentalidad fija es la creencia de que la personalidad y la inteligencia vienen determinadas desde el inicio y no sufren normalmente cambios a lo largo de la vida. “Por lo general, las personas que tienen una mentalidad fija solo se enfrentan a tareas que saben, por adelantado, que van a poder realizar. Son competitivos y necesitan constantemente demostrar su habilidad ante los demás. Solo les interesa saber si lo han hecho bien o mal. Cuando se les muestra información que les podría ayudar a aprender, no muestran interés alguno”.
Sin embargo, la mentalidad de crecimiento es la creencia de que la personalidad y la inteligencia van cambiando a lo largo de la vida, y que el objetivo es mejorar.” Las personas con una mentalidad en crecimiento piensan que es el esfuerzo el que les lleva al éxito, de modo que no solo se enfrentan a tareas difíciles, sino que disfrutan con ellas. Piensan que la inteligencia puede aprenderse y mejorarse. Por este motivo, prestan atención a la información que les lleva a saber más. Una mentalidad de crecimiento ayuda, por lo tanto, a aprender”.
¿Cómo puedo ayudar a mis hijos y alumnos a desarrollar una mentalidad de crecimiento? Para descubrirlo, no te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.