Educación y Espiritualidad Ecológica

lunes, 6 de julio de 2020
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06/07/2020 – En el ciclo Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia, comenzamos esta semana el Capítulo Seis: “Educación y Espiritualidad Ecológica” de la Carta Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Comun. Nos acompañó en este espacio, como siempre, nuestro Director, el padre Javier Soteras.

Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido. Se destaca así un gran desafío cultural, espiritual y educativo que supondrá largos procesos de regeneración.” (LS 202)

Al respecto, el Padre Javier dijo que este punto hace referencia al estado común de fraternidad: “Tenemos un origen común, un destino común por pertenecer al mismo desafío: estar en la Cultura del Encuentro, una cultura espiritual”. Esto implica un largo proceso de regeneración y de reorientación en nuestro camino de ser familia en el mundo, y agregó: “Es la solidaridad, la cultura que nos va a poner de cara lo que vendrá, y es la educación, es decir, los procesos de regeneración del humano”.

Luego nos enfocamos en este punto:

“Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano «acepta los objetos y las formas de vida como le son impuestos y actúa con el sentimiento de que eso es lo racional y acertado” (LS 203)

El padre Javier dijo que este punto hace referencia a la necesidad de un espíritu crítico con el que hay que moverse dentro de los mecanismos consumistas a los que somos llevados por la sociedad del mercado.

“Nos introduce a meternos una y otra vez en la lógica de crearnos necesidad y llenarnos de cosas como si esas pudieran ocupar lugares vacíos que hay en el corazón”, expresó el padre Javier. Además hizo hincapié en que, a partir de allí, dejarnos que se nos impongan determinados modos de vivir sin la suficiente distancia que merecen esas propuestas de un mundo de globalidad que quiere instalar una forma de ser humana para provecho de unos pocos y detrimento de unos muchos, así funciona el mercado.

Más adelante, conversamos sobre el siguiente punto de la Carta Encíclica:

Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero. En esta confusión, la humanidad posmoderna no encontró una nueva comprensión de sí misma y esta falta de identidad se vive con angustia. Tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines.” (LS 203)

Sobre este apartado, el padre Javier expresó: “El fin de es tener para hacer, consumir e identificarse con una marca, para tener identidad y la pérdida es un fin muy cortito”. Asimismo, agregó que, los medios que vienen a ocupar ese fin son muchísimos en manos de unos pocos, por eso, en ausencia de muchos, se presenta un modelo economicista y consumista y no uno que sea integral.

La situación actual del mundo provoca una sensación de inestabilidad e inseguridad que a su vez favorece formas de egoísmo colectivo. Cuando las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su propia conciencia, acrecientan su voracidad. Mientras más vacío está el corazón, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir.” (LS 204)

Sobre este apartado, el padre Javier señaló que en la cultura del materialismo, uno es feliz cuando posee. Resaltó que uno goza lo efímero y pasajero de un bien material que pareciera constituirse en un cielo “anticipado”, en una concepción de eternidad hecha material y sin sentido.

“Por eso, no pensemos sólo en terribles fenómenos climáticos o grandes desastres naturales, sino también en catástrofes derivadas de crisis sociales, porque la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca.“(LS 204)

Sobre este punto, el padre Javier dijo que, esto nos hace darnos cuenta de que, así como están dadas las condiciones de nuestra administración de la Casa Común, el uso abusivo de los bienes que no ofrecen la posibilidad de trascender lo que vivimos, cuando lo pensamos como si fuera para el aquí y ahora, ese cielo “anticipado”, nos lleva a crear un ambiente de hostilidad y de autodestrucción.

Te proponemos reflexionar: ¿Cuáles son aquellas cosas que nos esclavizan y, engañosamente, parecen llenar el vacío de Dios en el mundo y de las que debemos liberarnos?

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Ya estamos en el ciclo "Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia", profundizando en este tiempo en la Carta…

Posted by Radio María Argentina on Wednesday, July 1, 2020