El adiós a los chicos: el síndrome del nido vacío

martes, 28 de enero de 2014
28/01/2014 – Se casan, se mudan solos, se van a estudiar a otra ciudad…Tarde o temprano los hijos dejan el hogar. Los padres pueden caer en la tristeza o síndrome del nido vacío. La cuestión es que parecería que para algunos padres es difícil dejarlos ir.
 
La Dra Graciela Moreschi, médica psiquiatra y mgter. en programación neurolinguística nos acerca algunos comentarios y recomendaciones para enfrentar esta dolorosa etapa.
 
 
Los "adolescentes eternos"
 
La profesional planteó que "los "adolescentes eternos" son aquellos que se cristalizan en la adolescencia, los que no se van, los que toman a la adolescencia como una forma de vida. Muchas veces están inducidos por papás que por temor al nido vacío o porque el chico cumple una función de unión en la familia hacen que este sistema no se altere. Pero después se arrepienten, porque es difícil vivir con un "adulto adolescente" de más de 25 años. Los hijos que se quedan suelen ocupar un lugar de "reyes" y "centro de la casa" esto juega en contra para todos: para padres y para hijos".
 
En una sociedad que pone un límite y dice que después de los 30 años no es fácil conseguir trabajo, éstos chicos salen al mercado muy tarde, lo que ganan lo utilizan para comprar productos que les dan status pero no independencia. Los padres no saben de quién es la casa, si suya o de los nuevos adultos de la casa.
 
¿Cómo "incentivarlos" a que tomen su rumbo?
 
Primero poner el límite de los espacios: mientras eras chico esta casa era tuya, ahora ya no. La segunda cosa, es no dar dinero, porque los padres siguen sosteniendo esa situación. Sólo proveer plata para el colectivo y buscar trabajo. Y por último no quedarse enganchado en que "si trabaja no va a estudiar". Al revés de lo que parece, los chicos que son "becados" por sus padres se demoran mucho más.