El padre Ángel Rossi sobre el Adviento: recuperar el silencio en la espera del Niño que llega

viernes, 7 de diciembre de 2018
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07/12/2018 – El padre Ángel Rossi afirmó que “el Adviento significa ‘el que está viniendo’, y el que está viniendo es el Señor”. “En la Navidad -expresó- no hay visita más grande que la del Niño”.

El sacerdote jesuita sostuvo que “frente al que llega la reacción es la espera y, si hay cariño, esa espera es muy particular, porque si el Adviento es la gracia de la espera, la Navidad es la gracia de la plenitud”,

“En el Adviento siempre vamos a encontrar palabras de consuelo, porque en el desierto se encontrarán manantiales, lo escabroso se allanará, los senderos torcidos se enderezarán, los baches serán rellenados, las colinas rebajadas, de sus espadas forjarán arados, de sus lanzas podaderas”, describió el padre Rossi, parafraseando el Evangelio.

En cuanto al sentido del Adviento, expresó que “Siempre hay algo que rectificar en nuestra vida”. “Es un tiempo para sentir que el Niñito nos da fuerza para ponernos de pie -dijo el Padre Ángel- un tiempo para bajar un cambio en cuanto a las propias pretensiones de nuestra vida”.

“El silencio también -expresó el Padre- es algo que debería estar presente en esta época, deberíamos hacer un esfuerzo para encontrar espacios de silencio, que la Navidad no nos estrangule, todavía estamos a tiempo por lo tanto será bueno que sepamos aprovecharlo”.

El Padre Ángel, indicó que “El otro sentido del Adviento es el de la consolación”, y citó a Carl Raner, el cual hablaba de la tristeza consolada. “El Señor trae el sentido del consuelo y eso nos hace mucho bien -agregó- la tristeza consolada, y Adviento te invita a considerar ambas cosas”. “Por un lado las tristezas por las muchas oportunidades desaprovechadas, a veces por no estar a la altura de tu proyecto de vida, del proyecto de Dios para cada uno de nosotros, pero al mismo tiempo el consuelo, de quien viene a ti, Jesús, a cada uno, para animarnos a un nuevo comienzo”.

“En la Navidad celebramos nuestra propia fiesta también, la fiesta de nuestro propio nacimiento, la fiesta de nuestro propio nuevo comienzo, la fiesta de renovar nuestra propia salvación y eso nos da mucha esperanza”, acertó el sacerdote jesuita.

Dios entra en tu oscuridad

El Padre Ángel, meditó sobre la luz que viene de lo alto, la que vence toda oscuridad, diciendo que “Dios viene en nuestra propia soledad, para consolarnos. Dios entra en tu oscuridad como la luz que lo ilumina todo”.

Finalmente, citó una reflexión del Padre Hurtado que dice:

<Estoy solo pero esta vez entre los demás, nadie me comprende, los mejores amigos han manifestado su oposición, se me han puesto frente a frente, todos los planes están en peligro, todo se ve oscuro, estoy solo, enteramente solo, la puerta acaba de cerrarse después de la última conversación dolorosa, el último amigo ha partido después de poner brutalmente su yo en contra mía>. <Y sin embargo -continúa diciendo el Padre Alberto Hurtado- estoy solo, bien solo, pero aquí es cuando Dios entra y estrecha el alma, la levanta, la confirma, la consuela y la llena, ya no estoy tan solo, y los otros volverán también sin mucho tardar y no abandonarán el trabajo rudo, el barco no naufragará, vamos al trabajo dulcemente, a las cartas, a la lectura, a corregir, a escribir>.

“<La vida todavía es bella y Dios todavía allí>”, concluyó su reflexión el Padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita.