25/11/2021 – El verdadero amor que nos vuelve sabio es que te hace pasar de tu mundo al mundo de tu hermano, de la pasión por sentirte bien a la pasión de lograr que el otro se sienta mejor, del egoísmo al servicio. Quien se deja tomar por el Espíritu Santo es flexible y está disponible. Sale de sí mismo y es capaz de permitir que los demás le cambien sus planes y sus esquemas. Si llega alguien que te pide tiempo, atención, ayuda, tu corazón natural dice: “este viene a molestar”. Pero si te cambia el Espíritu Santo tu corazón dice: “¿qué necesita de mí este hermano”. Cuando Jesús iba de camino con sus planes, se los dejaba cambiar cuando un ciego le gritaba en el camino. Jesús se detenía, cambiaba sus proyectos, y se acercaba al ciego para preguntarle: “¿qué quieres que haga por ti?”. Cuántas veces las personas están tan ocupadas con la gimnasia, el yoga o la lectura espiritual, de tal modo que ya no les quedan ni tiempo ni energías para dar una mano a otro. Dejá que el Espíritu Santo te regale más libertad interior, para que el amor te cambie los planes sin que pierdas la paz y la alegría.
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