27/01/23- En mayor o menor medida, todos alguna vez hemos sido víctimas y productores de juicios y críticas destructivas. De hecho, la práctica y la afición de criticar ha llegado a tal magnitud que actualmente proliferan programas de televisión y radio que se basan únicamente en criticar y juzgar a los demás. Comprender el mecanismo de la crítica nos puede ayudar a tomar conciencia de cómo funciona este patrón de conducta. Para ello, dialogamos con el Padre Gustavo Jamut, Oblato de la Virgen María y Fundador de la Comunidad Mensajero de la Paz.
“Puede hay haya enojos muy guardados, que nunca se los ha procesado. Hay frustraciones personales que afectan a la persona que tiene la costumbre de criticar. Hay una pulsión interior que me fuerza a criticar y hay personas que lo tienen como hábito. Detrás de la frustración aparece el mal humor, porque la persona siente que no puede responderle a la vida. Ese malestar puedo proyectarlo en otra persona. Es como un hilo que hay que ir tirando para descubrir que se esconde detrás de la crítica”.
Desde que uno comienza a asumir lo que debe ser cambiado, mejorado, le damos la oportunidad a la Gracias de Dios para que actúe en nosostros. Hay que evaluarnos: ¿porqué tengo este modo de hablar que no me hace bien a mí ni a los demás?
Podemos reaprender el modo de comunicación y hay varios caminos que nos pueden ayudar. El primero es poder realizar un examen de conciencia por la noche para ver cómo utilicé mis palabras en ese día. Luego podemos examinarnos en las conversaciónes y tenemos aquí algunas otras opciones: si un grupo está criticando me puedo apartar o puedo tratar de desviar la conversación hacia otro lugar.
Oración a María para sanarnos de la crítica
Virgen María, Reina de la Paz, te consagro mis oídos, que a veces son lerdos para escuchar al Señor y tardos para entender lo que me pide. Madre, al tocar mis oídos, con tu Amor materno, ayudame a reconocer la voz del Señor. Purifica mi memoria auditiva de todas las críticas, de todas las quejas, de todos lo negativo que haya escuchado. Reina de la Paz, te consagro lo más mío, lo más íntimo, lo mas cálido, te consagro mi corazón. Pon tu Mano sobre mi pecho. Siente mi corazón y las heridas que pueda tener, pero también las heridas con quejas , con críticas, con rumores que pudieron haber producido en otras personas. Pongo mi corazón dntro del tu Imnaculado Corazón, para que lo limpies, lo purifiques, y que cada latido de mi corazón, le diga a Dios: te amo. Finalmente pongo mis labios en tu precencia. Te pido Madre que pongas Tu Mano sobre mis labios. Te consagro mi boca, mis labios, mi lengua, mis cuerdas vocales, que mi boca cante la canción para la que fui creado. Que la melodía del Amor de Dios , de bendecir a mis hermanos, me lleve cada día a sentir cómo la paz de Dios inunda toda mi alma, Y así pueda dar luz donde hay oscuridad. Amén.
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