“El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo”

viernes, 21 de febrero de 2014
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Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles".

Y les decía: "Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder".

                                
                                                                                                                                              Mc 8,34-38.9,1

 


21/02/2014 – En la catequesis de hoy el padre Daniel Nardini nos invitó a preguntarnos ¿Qué crees que has perdido por seguir a Jesús y lo valoras como una ganancia?


Como síntesis  de este evangelio podríamos plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué sufre el creyente? Porque el discípulo está llamado a correr la misma suerte que el Maestro. La Pasión, muerte y resurrecion de Jesús, se convierten en la esperanza puesta en Dios que obra en el corazón del que cree.

“De qué le sirve ganar el mundo” “Que puede dar a cambio de su vida” “El que quiera salvar su vida.” Detrás de estas afiramciones, Jesús deja de manifiesto como se veía el hombre en ese tiempo. Si pensamos bien, es como una llamada de atención también en el tiempo presente ya que aún hoy a partir de éstas afirmaciones podemos entender nuestra vida, nuestro mundo y su mandato: ganar el mundo, tener dinero, tener bienes, salvar tu vida. Es una manera economisista de ver el mundo, la vida. Es importante descubrir como detrás de éstas afirmaciones nos está diciendo “Ojo si estás creyendo que la vida es esto: ganar, dar a cambio, tener éxito, etc”. Si estás viviendo tu vida desde  una concepción hedonista, sin problemas, sin nada que pueda alterar tu éxito, tu fama, tu prestigio.

En sintesís, es una concepción  del hombre desde la autorreferencialidad buscando su propio éxito, triunfo. El Señor nos muestra otro modo de vivir y de comprender nuestro ser personal en relación con él. Es ésta una conpecion en clave discipular, que solo puede ser descubierta  si estamos abiertos a la fe. La fe vivida como encuentro que manifiesta la verdad del Señor que es camino.

Hoy el Señor nos agrega un detalle más, la fe en Él para que sea real debe concretarse también en el seguimiento; algo que surge de un encuentro de amor con la persona de Cristo. Encuentro que solo se da si previamente sorteo la encrucijada en la que siempre Jesús nos pone, que es hacer uso de nuestra libertad eligiendo si quiero o no responder a su invitación.

Es un seguimiento que parte con algunas consignas, hay que primero distinguirse de aquella concepción autorreferencial. El Señor nos está mostrando un camino real, verdaderos. Jesús nos está diciendo desde lo real “El que quiera seguirme, nieguese a sí mismo, tome su cruz y sigame”

Pero esto de la negación como se entiende en un mundo en donde buscamos todo lo auto. El primer paso es hacer unaopción de fe. La negación que nos propone Jesús surge de la obediencia de la fe, teniendo al Otro como referencia en lugar de tenerme a mí mismo. Para negarnos a nosotrosmismoa tiene que haber algo mayor a mi mismo, por eso la importancia de sacarme del centro para ponerlo a Él. Por eso dice el Señor, si alguien se niega a sí mismso por mí y por el evangelio es por amor. La fe es una dinámica de amor. Sin amor la negación no tendría sentido.

¿Pero cómo entendemos la obediencia de la fe? Vamos a descubrir la respuesta en la etimologia de la palabra obediencia. Ésta palabra surge del latín de la palabra audire, oir, escuchar. ¿Pero qué escuchamos?Es lo que escuchamos del amor. De escuchar en el amor el corazón de Dios. Entonces ésta escucha verdadera, transformadora nos hace más discípulos. Ésta llevar una vida sabiendo lo que Dios nos pide. ¿En dónde podemos escuchar el corazón de Jesús? En la Palabra que es siempre sursurro de amor, propuesta de amor.

Es en la escucha, en el acercar el oído al Jesús Eucaristía en donde mi vida se transforma. No es un amor impersonal, es un amor referencial. Seguir a Jesús es amar a una persona, es tenerlo como mi mayor bien.

Podemos leer en nustra historia los signos que nos han hecho obedientes, que nos permitieron escuchar al Señor. Historia de escucha que se ha hecho palabra y se ha hecho vida en nustro camino discipular.


                                                                                                                                                Padre Daniel Nardini