20/04/2021 – En el ciclo de “Evangelización espontánea”, la hermana Ana Yapura, misionera de Rosa Mística en la localidad cordobesa de Bialet Massé, reflexionó sobre la fraternidad. “Estamos en tiempo pascual y el evangelio de este domingo nos hablaba de los apóstoles y los discípulos que sabían que Jesús ya había resucitado, es decir, ya habían recibido el kerigma de la fe cristiana. Sin embargo no terminaban de creer, no caían en la cuenta. Esperaban no sé qué cosa, les faltaba darse cuenta que el amor de Dios llena todo, pero aún no terminaban de experimentarlo. La desesperanza es contraria a la resurrección, tenemos que tener cuidado”, afirmó la religiosa.
“El Señor entiende que estamos en un tiempo de purificación, nos tiene mucha paciencia. Esto que les pasó a los discípulos nos pasa hoy a nosotros, que vivimos a veces sin esperanza. Nos cuesta tener esperanza, nos cuesta amasar el pan de la esperanza. Miremos a Jesús, lo toquemos y comamos con Él. Tocarlo no solo la Eucaristía, sino tocar al hermano que sufre. Jesús se muestra muy humano al pedir comer. Dios también se hace presente en cada enfermo”, dijo Ana.
“Tenemos que saber que estamos de camino, esta vida es un peregrinar. Lo que hace la diferencia es que en el camino es que vamos con el Señor. Nosotros también padecemos por efecto del pecado, es tiempo para comprender esto a la luz del Resucitado. Jesús está presente en nuestras cotidianeidad, no podemos separar la fe de lo que vivimos. Cuando Él nos abre la inteligencia para comprender su Palabra nos invita a eso y a que dejemos caer los falsos dioses que adoramos”, indicó la hermana Yapura.
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