El sueño cultural

viernes, 2 de octubre de 2020
image_pdfimage_print

02/10/2020 – En el ciclo “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia”, continuamos leyendo y desglosando la Exhortación Apostólica Postsinodal “Querida Amazonia”, del Santo Padre Francisco, dedicada al Pueblo de Dios y a todas las personas de buena voluntad.

En este programa, conversamos sobre el Capítulo Segundo: El segundo sueño: Un sueño cultural. Comenzamos a leer el siguiente punto:

“Durante siglos, los pueblos amazónicos transmitieron su sabiduría cultural de modo oral, con mitos, leyendas, narraciones, manteniendo viva a una comunidad a la que, sin el cordón umbilical de esas historias, la distancia y la incomunicación hubieran fragmentado y disuelto. Por eso es importante dejar que los ancianos hagan largas narraciones y que los jóvenes se detengan a beber de esa fuente”

Sobre este aspecto, el padre Javier Soteras comentó que es bueno encontrar en la raíz de los relatos de la historia escondida del inconsciente colectivo popular o en este caso, cultural de la Amazonia, porque ese es un entretejido que se da de historia en historia, de acontecimiento popular en acontecimiento popular: “Lo que hace el relato es ponerle palabras a los hechos que hacen a la historia de un pueblo, en este caso, al pueblo de la Amazonia”, agregó el padre Javier sumando que “es la mejor forma de conservar el acervo cultural de un pueblo”.

En referencia a las personas mayores, el padre Javier dijo que en los miles de años que tiene la cultura humana, se conoce por estudios antropológicos que, “las sociedades que han sabido respetar a los ancianos, son las que más se proyectan en el tiempo”. Sumó que hoy esto es difícil porque existe una falta de respeto por el comienzo y el final de la vida. “Los viejos que no producen y ya no sirven, van al margen para que no nos quiten el ritmo de vida al que pertenecemos”, se lamentó el padre Javier.

Luego continuamos con la reflexión en torno al siguiente punto:

“Mientras el riesgo de que se pierda esta riqueza cultural es cada vez mayor, gracias a Dios en los últimos años algunos pueblos han comenzado a escribir para narrar sus historias y describir el sentido de sus costumbres. Así ellos mismos pueden reconocer de manera explícita que hay algo más que una identidad étnica y que son depositarios de preciosas memorias personales, familiares y colectivas. Me hace feliz ver que, quienes han perdido el contacto con sus raíces, intenten recuperar la memoria dañada”

“Un pueblo sin memoria, es un pueblo sin mañana”, expresó el padre Javier y continuó diciendo que nuestra tradición judeo-cristiana hace de la memoria, el corazón de su ser pueblo: “El acontecimiento más importante judío es el momento de la liberación, y todos los años, el pueblo judío celebra la Pascua judía como el lugar donde haciendo memoria en aquel acontecimiento, piensa el tiempo que vendrá. Nosotros, como católicos, hacemos ese memorial en cada Eucaristía”.

Encuentro intercultural

Avanzando en la lectura de “Querida Amazonia”, nos detuvimos en:

“Como toda realidad cultural, las culturas de la Amazonia tienen sus límites. Las etnias que desarrollaron un tesoro cultural estando enlazadas con la naturaleza, con fuerte sentido comunitario, advierten con facilidad nuestras sombras, que nosotros no reconocemos en medio del pretendido progreso. Por consiguiente, recoger su experiencia de la vida nos hará bien”.

Sobre este aspecto, el padre Javier comentó que es esta una riqueza escondida de los Pueblos Originarios que nos enaltece y “es nuestra historia también cultural compartida que, en comunidad, se enriquecen”.

Es por ello que el Papa Francisco no habla de un indigenismo cultural, sino de un intercambio de riqueza cultural, pero con un respeto propio por unos y otros. “Está en la diversidad de las riquezas compartidas, la posibilidad de ver entretejido en una interculturalidad, el vínculo con los pueblos de la Amazonia”, agregó el padre Javier.

Leímos también el siguiente punto:

“Desde nuestras raíces nos sentamos a la mesa común, lugar de conversación y de esperanzas compartidas. De ese modo la diferencia, que puede ser una bandera o una frontera, se transforma en un puente. La identidad y el diálogo no son enemigos. La propia identidad cultural se arraiga y se enriquece en el diálogo con los diferentes y la auténtica preservación no es un aislamiento empobrecedor”.

“No es mi intención proponer un indigenismo cerrado, ahistórico, estático, que se niegue a toda forma de mestizaje. Una cultura puede volverse estéril cuando se encierra en sí misma, rechazando cualquier cambio y confrontación sobre la verdad del hombre. Esto podría parecer poco realista, ya que no es fácil protegerse de la invasión cultural. Este interés en cuidar los valores culturales de los grupos indígenas debería ser de todos, porque su riqueza es también nuestra”.

El padre Javier expresó que, “somos en la historia familiar un hilo sin el cual, el lazo familiar queda frágil” y agregó que, “lo mismo podríamos decir de la familia del barrio y de los pueblos respecto de las ciudades y de las provincias y naciones”.

Lo que nos quiere decir el Papa Francisco es que, el respeto y cuidado por la cultura, no puede ser un hecho de aislamiento, tiene que ser, dijo el Padre Javier, “justamente en la relación de mi cultura y vivencia con otro donde se va enriqueciendo el vínculo cultural”.

¡Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio l inicio de esta nota y a compartirlo en tus redes sociales!