“El sufrimiento humano es parte de nuestra salvación”, aseguró el médico Gonzalo Rodriguez

sábado, 7 de marzo de 2020
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07/03/2020 – Gonzalo Rodríguez es un médico cordobés que fundó el multiespacio “Medicina con fe”, el cual ha logrado expandirse rápidamente por las redes sociales. “Nací en la ciudad de Córdoba, soy del barrio Alto Alberdi y tengo 34 años. Soy el mas chico de 4 hijos y mis padres son médicos. Cuando nací mis hermanos ya eran grandes. Mi hermana Jimena me lleva 9 años ella actualmente es maestra jardinera siempre tuvo vocación de servicio para la niñez, fue como mi criadora. También mi abuela materna vivía en casa, así que la la familia siempre fue cercana y nunca faltó el amor”, comenzó relatando Gonzalo.

El profesional de la salud también dijo que “la parroquia San José, a la cual pertenezco, el próximo 19 de marzo cumple 75 años, así que estamos con los preparativos de la fiesta, que coincidirá con los 60 años del colegio parroquial. El domingo 15 va a ser el festejo a las 10 de la mañana con la presencia del arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñañez”.

Rodríguez agregó: “En lo religioso, mi familia es de un tanto especial.Mi madre es católica practicante pero mi padre es de origen judío, por lo que somos una familia mixta. Así que nos criaron con libertad de elección para que cada uno buscara a Dios en el camino que más se sintiera identificado. Mi abuelo materno decía que las religiones son los caminos que hizo el hombre para llegar a Dios. Siempre esa frase resonó en la familia y yo hoy la completo diciendo que Dios hizo un camino para llegar al hombre. Esta buena la búsqueda del hombre pero si lo busca verdaderamente, Dios te encuentra”.

“La imagen que recuerdo de mi infancia es la de mi abuela yendo a acostarse pero sentadita en el borde de la cama, con su rosario en la mano como diciendo me quiero dormir pero en manos de la Virgen. En el libro que escribí, que se llama ´Medicina con fe`, está la anécdota de su muerte porque ella se durmió hacia la eternidad también en los brazos de María, como un signo de fidelidad que había entre ellas. Hice mi catequesis en la parroquia San José y mi catequista fue la profesora Susana Arias que todavía está muy activa. Ella nos había contado que en el templo parroquial había una especie de cajita con una luz roja donde vivía Dios verdaderamente. En una ocasión estábamos en nuestra casa de campo en Unquillo y la casa queda exactamente al frente de la iglesia del pueblo. Y un 31 de diciembre mi madre sufrió un síndrome coronario agudo. Mi papá inmediatamente la llevó a Córdoba para ser atendida y nosotros, los hijos, nos quedamos en la casa. A mi me resonó en el corazón lo que nos había enseñado la señorita Susana. Le pedí a mis hermanos que me acompañaran, cruzamos la calle y tengo todavía ese recuerdo fresco: tenía 9 años pero recuerdo haber recorrido la iglesia buscando una caja que al lado tuviera una lucecita. De esta experiencia surgió mi primer encuentro real con la Eucaristía. Fue una certeza tan real de que el Señor estaba ahí que después iba a visitarlo todas las tardes. Tanto me vio el sacerdote del lugar, el padre José Luis Gil, que me invitó a ser monaguillo”, expresó.

“Luego llegó el tiempo de los encuentros juveniles. Primero participar en los grupos y después coordinarlos. Entonces sentí como un llamado a la vocación de entrega completa, cuando ya estudiaba medicina. Y ante esto, decidí ingresar a una comunidad religiosa para formarme y ser sacerdote. Fue en la sociedad San Juan. Con ellos estuve nueve años pero fue una vocación que no completé. Pero fue un tiempo suficiente como para ganar certeza en mi corazón sobre cuál era mi misión. Me dije al saludar al Santísimo Sacramento, antes de dejar la congregación: ´Señor, yo simplemente soy un pollo que lo cambian de patio. Decime cómo me vas a usar ahora que vuelvo a la vida laica`. Unos días después de salir de la casa de formación pude comenzar a ejercer como médico”, dijo Rodríguez.

Medicina con fe es un apostolado que surge a través de las redes sociales. Tiene por fin brindar herramientas espirituales a los profesionales de salud, a los enfermos y también a los familiares y pacientes. La idea es descubrir si el sufrimiento humano es solo eso o tiene un eco de eternidad. El lema es ´sufrir duele, pero también salva`. El sufrimiento humano vivido con fe es como una sala de audiencia en la que el Señor de los Consuelos llega para bendecirnos y construir nuestra salvación. Por eso decimos que cada sufrimiento es un tesoro, que hay que acercarse a él con toda la seriedad del caso. Cada vez que un asistente o un médico se anime a acercarse a un paciente en nombre de Dios, ahí ocurre ´medicina con fe`”, sostuvo Gonzalo.

Por último, Rodríguez compartió esta oración:

Te doy gracias, Señor, por haberme dado la vida.

Gracias, Creador Bueno, porque en tu abundante generosidad,

has soñando con mi existencia,

y me creaste con un proyecto y un plan de amor.

Te doy gracias, Señor de los Consuelos,

porque tu has sido siempre fiel en estos 34 años que llevo de vida,

y porque todo lo has hecho para el bien de mi alma.

Gracias por tu amor, que se renueva para mí cada día,

que me sostiene y me anima, que me levanta y me confirma.

Te pido que me conserves en su santo servicio

y que me mantengas atento a tu presencia.

Bendíceme Padre Bueno con el don de la memoria espiritual,

para que recuerde siempre los beneficios que me has concedido.

Por Cristo, nuestro Señor.

Amén